lunes, 2 de marzo de 2009
Leyendo a Miguel Oscar Menassa
Quiero el poder de haberte transformado y no el dominio sobre los efectos de tu transformación.
Se desvanece el alma y todo ser es una apertura inconsolable.
Más que registro, rasgadura sin armonía.
El fin de análisis revela lo que al fin de cuentas hay de irremediable entre el hombre y la mujer en el complejo de castración.
Deseo que no es ningún objeto, sinó deseo de esa carencia que en el Otro, designa otro deseo.
Yo tomándome la libertad de hablar en nombre de la poesía, le contesté: "esto que ocurrirá entre nosotros tiene como cara lo que nunca fué. Lo que se determinará como existente es el agujero que quedó en nosotros de un primer encuentro que no fue sino plena carencia deformante.
Una frase se ha transformado en otra frase.
Un fantasma comienza su putrefacción.
Acabará hablando tonterías o se hará real.
La soledad querida, es patrimonio de rufianes.
Algo, que le queda bien a los comerciantes y a las putas.
El poeta después del primer verso, ya es otros.
(enviado por Lucía Serrano)
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