lunes, 28 de febrero de 2011
viernes, 25 de febrero de 2011
Poema I
Lo he devuelto casi todo
sólo me quedan estas pocas lágrimas
para llorar sobre los hombros
de aquel
que necesite para vivir
mis lágrimas.
Miguel Oscar Menassa
sólo me quedan estas pocas lágrimas
para llorar sobre los hombros
de aquel
que necesite para vivir
mis lágrimas.
Miguel Oscar Menassa
jueves, 24 de febrero de 2011
miércoles, 23 de febrero de 2011
Aforismos y decires
martes, 22 de febrero de 2011
lunes, 21 de febrero de 2011
Amor 2000
Es una voz inconfundible la que me confunde.
Los vientos detenidos clavándose en mi tiempo,
recurren a las más viejas fantasías de olvido
y, en ese punto negro de la memoria, surge el poema.
No es una sustancia, un ser, que atraviesan la nada.
Es nada lo que se come la sustancia, atravesando el ser.
Es huecos de huecos, el infinito que me mira,
es línea sobre línea, generando agujeros invisibles.
Opongo al misterioso siglo del vacío perfecto,
la carne desmesurada y abierta de tus ojos,
la sangre de tu boca, herida por lo insondable.
Opongo a la siniestra ceguera universal,
incandescente luz del choque de los cuerpos,
la magnética luz de tus palabras, amándome.
Miguel Oscar Menassa
Los vientos detenidos clavándose en mi tiempo,
recurren a las más viejas fantasías de olvido
y, en ese punto negro de la memoria, surge el poema.
No es una sustancia, un ser, que atraviesan la nada.
Es nada lo que se come la sustancia, atravesando el ser.
Es huecos de huecos, el infinito que me mira,
es línea sobre línea, generando agujeros invisibles.
Opongo al misterioso siglo del vacío perfecto,
la carne desmesurada y abierta de tus ojos,
la sangre de tu boca, herida por lo insondable.
Opongo a la siniestra ceguera universal,
incandescente luz del choque de los cuerpos,
la magnética luz de tus palabras, amándome.
Miguel Oscar Menassa
jueves, 17 de febrero de 2011
miércoles, 16 de febrero de 2011
Las 2001 noches
Noche 341 - Querida:
Todo me sale mal. Es como si tuviera lepra, la gente huye de mí. Yo, también, niego, yo también soy la máscara sangrante de la nada.
Morir lo que se dice morir no moriré, pero quedaré tocado por la muerte. Luego me repondré y tendré ganas de hacer el amor, de hacer el odio, de publicar algún libro y, ahí, sabré una verdad: los años habrán pasado y yo habré envejecido.
Hoy siento una infinita ternura por lo que vuela,
por lo que se deshace en los aires.
Miguel Oscar Menassa
Todo me sale mal. Es como si tuviera lepra, la gente huye de mí. Yo, también, niego, yo también soy la máscara sangrante de la nada.
Morir lo que se dice morir no moriré, pero quedaré tocado por la muerte. Luego me repondré y tendré ganas de hacer el amor, de hacer el odio, de publicar algún libro y, ahí, sabré una verdad: los años habrán pasado y yo habré envejecido.
Hoy siento una infinita ternura por lo que vuela,
por lo que se deshace en los aires.
Miguel Oscar Menassa
martes, 15 de febrero de 2011
lunes, 14 de febrero de 2011
Un fuerte viento insiste: todo ha terminado
Cantando las vidalas
hago estallar obúes misteriosos.
En plena boca llevo un profundo amor
y pólvora
y diamantes
y una guitarra seca por el odio
y un contrabajo viejo llorando enloquecido.
Sed,
murmullo de aguas y montañas.
Lagos,
grotescas piedras en la cabeza de los hombres
La música de fondo es un violín desesperado.
Soy el que desafina hasta el hastío.
Miro mi vida y canto, miro su vida y canto,
soy un cantor que dice de la vida,
tengo asperezas siempre.
Me gustaría ser alto y delicado,
tener amor todos los días
y un manantial de leche fresca para el amor
y aguas
y música de aguas
y silencios de mares
y olores,
rasgos de mi ser para las ceremonias del encuentro.
Alto y virginal, celeste,
casi inalcanzable,
escondido entre las plegarias,
vuelo hacia tus entrañas,
desgarro hímenes y velos,
hago saltar tus vestiduras por los aires,
sostengo entre mis dedos temblorosos tu desnudez,
agonizo.
Miguel Oscar Menassa
hago estallar obúes misteriosos.
En plena boca llevo un profundo amor
y pólvora
y diamantes
y una guitarra seca por el odio
y un contrabajo viejo llorando enloquecido.
Sed,
murmullo de aguas y montañas.
Lagos,
grotescas piedras en la cabeza de los hombres
La música de fondo es un violín desesperado.
Soy el que desafina hasta el hastío.
Miro mi vida y canto, miro su vida y canto,
soy un cantor que dice de la vida,
tengo asperezas siempre.
Me gustaría ser alto y delicado,
tener amor todos los días
y un manantial de leche fresca para el amor
y aguas
y música de aguas
y silencios de mares
y olores,
rasgos de mi ser para las ceremonias del encuentro.
Alto y virginal, celeste,
casi inalcanzable,
escondido entre las plegarias,
vuelo hacia tus entrañas,
desgarro hímenes y velos,
hago saltar tus vestiduras por los aires,
sostengo entre mis dedos temblorosos tu desnudez,
agonizo.
Miguel Oscar Menassa
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