La división original de la experiencia de la realidad. Freud lo enuncia así: "El objetivo primero y más cercano de la prueba de realidad no es encontrar en la percepción real un objeto que corresponda a lo que el sujeto se representa en ese momento, sino volver a encontrarlo, dar fe de que aún está presente en la realidad, lo que significa que la realidad no es la realidad percibida, sino que se genera una experiencia psíquica, gracias a que el objeto de la percepción es perdido". Este extraño, este extranjero, este primer exterior, es lo que permite organizar todo el andar del sujeto en relación con su deseo. Todo sirve para que él se ponga a buscar lo que no puede ser vuelto a encontrar. Y aquí es donde un sentimiento estético queda ligado al principio del placer, ya que solo como nostalgia se lo puede volver a encontrar, es decir, se volverán a encontrar sus coordenadas de placer, pero el objeto no. Sólo alucinatoriamente y es así como el mundo de la percepción llega a ordenarse de manera humana, sólo dependiendo de esa alucinación fundamental se ordenará alguna memoria, quedará alguna atención disponible.
Enviado por Norma
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