jueves, 29 de septiembre de 2011

Aforismos y decires


404_Quedarnos sin nada para decir, eso es la muerte, no sólo para nosotros, todos los hombres mueren cuando no son capaces de más; el resto vive como puede, pero no muere.

Miguel Oscar Menassa

miércoles, 28 de septiembre de 2011

lunes, 26 de septiembre de 2011

Libertad divino tesoro

Soy un hombre de ciudad,
un hombre,
condenado a vivir entre las piedras.
Crecí entre el percal de los vestidos
y las babas de una señora inalcanzable,
la libertad.
Crecí sin vida interior,
en el pecho llevo un farol,
pequeña, simple luz y escribo versos.
En mi ciudad
cuando mueren algunos, alguien canta,
tenue luz,
murmura por las noches una tristeza,
un vendaval de furias,
repetición donde la muerte tiene su palabra.
De niño me dijeron que amáramos a Evita
y Evita estaba muerta
y yo la amé como se aman las sombras de la noche
y entre sus brazos y las sombras seríamos millones.
Un recuerdo:
fue muerto por la espalda, mi primo, Miguel Ángel,
como se mata a quien no se puede soportar la mirada.
Cuando murió Miguel, mi primo hermano, tuve un dolor,
una claridad definitiva y, sin embargo,
al otro día amanecí cantando.

Me fui quedando ciego,
de ver morir, de mirar matar,
de ver pasar a tanta gente indiferente.
En los ojos tenía gotas de sangre,
ardientes manchas de violencia en mis ojos.
Un odio, un amor, una lejanía sobre todo.

Bramidos ocres, quejidos de la bestia,
destrozados por la ilusión de ser,
por la ilusión de comerme las flores
y tus ojos
y las cosquillas en tus pies
y mis feroces mordiscos en tu sexo,
como si tu sexo fuera el fruto perdido del hombre
aquel limón, aquella manzana inolvidable.

La libertad se fue poniendo joyas,
piedras preciosas entre sus blancas sedas
y entre sus carnes, oro.
Se fue tornando inaccesible monstruo de la lejanía
y, entonces, fui creciendo entre las sombras
y entre las sombras amé la libertad:
fantasma acuático,
alondra muerta para siempre,
entre las pieles de vos,
señora lejana, perdida libertad.

Miguel Oscar Menassa

miércoles, 21 de septiembre de 2011

lunes, 19 de septiembre de 2011

viernes, 16 de septiembre de 2011

Hay momentos donde no se puede más

Hay momentos donde no se puede más.
Hay días donde la vida es inalcanzable,
donde el dolor produce pensamientos
de una muerte lejana, aquí, conmigo.

El futuro me llama con su voz de delirio,
acorta las distancias, se posa levemente
en mis cansados músculos, cierra mis ojos,
levanta la tapa de mis sesos y todo es gris.

Hay días donde no alcanzan las palabras
ni los recuerdos juveniles llenos de amor,
esos días secos, retorcidos, sin lágrimas
donde el dolor es tánto que no hay dolor.

Amada, amada mía, ayúdame a esconder
estas páginas blancas para que nadie sepa
para que nunca nadie conozca este dolor:

hubo una tarde, un día, que no pude escribir.

Miguel O. Menassa

jueves, 15 de septiembre de 2011




Visitá y lee la REVISTA
LAS 2001 NOCHES nº 127: Revista de Poesía, aforismos y frescores. (ONLINE)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Un viento fuerte insiste: todo ha terminado

Cantando las vidalas
hago estallar obúes misteriosos.
En plena boca llevo un profundo amor
y pólvora
y diamantes
y una guitarra seca por el odio
y un contrabajo viejo llorando enloquecido.

Sed,
murmullo de aguas y montañas.
Lagos,
grotescas piedras en la cabeza de los hombres

La música de fondo es un violín desesperado.

Soy el que desafina hasta el hastío.
Miro mi vida y canto, miro su vida y canto,
soy un cantor que dice de la vida,
tengo asperezas siempre.

Me gustaría ser alto y delicado,
tener amor todos los días
y un manantial de leche fresca para el amor
y aguas
y música de aguas
y silencios de mares
y olores,
rasgos de mi ser para las ceremonias del encuentro.

Alto y virginal, celeste,
casi inalcanzable,
escondido entre las plegarias,
vuelo hacia tus entrañas,
desgarro hímenes y velos,
hago saltar tus vestiduras por los aires,
sostengo entre mis dedos temblorosos tu desnudez,
agonizo.

Miguel Oscar Menassa

lunes, 12 de septiembre de 2011

Óleo sobre lienzo



"Gacela que se escapa sin escapar"
Miguel O. Menassa

viernes, 9 de septiembre de 2011

Las 2001 Noches


Noche 99 - La guerra no tiene víctimas humanas aunque se cuenten por millones; lo que cae en la guerra, son libros, páginas escritas, pensamientos.

Miguel O. Menassa

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Todos los cuentos terminan con la vida o con la muerte

I

El campo siega los corazones jóvenes
y éstos ya no se parecen a las garzas
o a los patos volviendo de la laguna
mojados y despreocupados del frío de la tarde.

Tú eras libre y pequeña en la provincia
antes de la ciudad
solías descorrer las tranqueras
que detenían las ovejas
para verlas trotar
por los callejones de tierra.
Solías aprovechar tu día
viendo el crecimiento vertiginoso de los trigos

Las manzanas por detrás de la casa.
La ciudad es melancólica y familiar
pero en el campo de mi corazón
ríes y saltas por entre los tabiques
hasta reventar de alegría.
Morir en la sangre de mi corazón.

He caminado y violado en los alrededores de tu piel mi
[juventud
deteniendo y deteniendo
el hilo de tu virginidad.
He corrido como los caballos de tu infancia
que te excitaban y temías
para llegar un poco antes
en el mismo momento al límite de la noche
por no haber creído
en el crecimiento de las flores de tu pueblo.

Ahora vuelvo mi rostro y las oraciones de mi niñez hacia ti
para convencerte de la soledad de los hombres
Puedo agitar las banderas de las discordias y la cordialidad
para vencer tus años de padre y madre
venidos de un país extranjero o de la provincia.

Hemos estado juntos en la ciudad
tan cerca de mi oficio como de la maldad
tan cerca de mi oficio como del amor
y sin embargo ahora
adiós querido mío estoy cansada
te descubro
me ahogan la habitaciones de tu casa
debajo de las casas
y tú no eres el misterio ni el alga ni el junco
que turba o desborda la soledad.
Me ahogan tus diálogos con el viento
y las conversaciones desenfadadas y violentas.

Miguel O. Menassa

lunes, 5 de septiembre de 2011

jueves, 1 de septiembre de 2011

Óleo sobre lienzo



"Para habitar estos nuevos infiernos"
Miguel Oscar Menassa