Hay tres autores en la historia de la histeria que afirman hasta qué punto los síntomas somáticos de conversión no obedecen a ninguna ley de la antomía o de la fisiología del cuerpo, sino que dependen de otra anatomía eminentemente imaginaria.
Janet, dice: "Estas anestesias histéricas, en segmentos geométricos no corresponden a regiones anatómicas inervadas por un tronco nervioso, sino a órganos enteros tal como son concebidos y delimitados por el pensamiento popular. Tienen forma de manga de chaqueta, de gigot, de puño de camisa."
Freud dice: "Sostengo que la lesión de las parálisis histéricas debe ser totalmente independiente de la anatomía del sistema nervioso, ya que la histeria se conduce en sus parálisis y otras manifestasiones como si la anatomía no existiera o como si no tuviera de ella ningún conocimiento.
La histérica toma los órganos en el sentido vulgar y popular del nombre que llevan: la pierna es la pierna hasta la inserción de la cadera, el brazo es la extremidad superior tal como se perfila bajo la ropa".
Lacan dice: No se hace una parálisis ni una anestesia según las vías y la topografía de las ramificaciones nerviosas. En la antomía nerviosa, nada corresponde en absoluto a lo que se produce en los síntomas histéricos. pues siempre se trata de una anatomía imaginaria."
El sufrimiento vivido por el histérico en un síntoma de conversión, equivale a la satisfacción de un orgasmo, y la parte del cuerpo que es asiento de la conversión toma el valor de un órgano sexual. Los síntomas se resuelven al averiguarse su singnificación psíquica. El síntoma de conversión desaparece cuando cobra un valor simbólico producido por la escucha del psicoanalista.
Enviado por Norma
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