lunes, 30 de noviembre de 2009


Martes 1 de diciembre, 20:30 hs.


Recital de poesía


Menassa y Tom Lupo juntos


Auditorio de Radio La Tribu, Lambaré 873 C.A.B.A.


Entrada Libre y gratuita


En el camino encontraréis


En el camino encontraréis el oro y la pobreza,
los precipicios hondos y las grandes llanuras.
Habrá en vuestros caminos, no lo dudéis,
emboscadas, traiciones, viles injusticias,
por eso
es conveniente viajar acompañado.

Y, cuando consigáis algo de pan, algo de dinero,
intentad repartirlo lo mejor posible entre todos.
Alguien que comió
y tiene dinero para el pan de mañana,
en algo se sentirá feliz y su trabajo
no será dirigido por el hambre o el odio
sino por el amor o por la libertad.

De su libro: "La maestrìa y yo"
Miguel Oscar Menassa

domingo, 29 de noviembre de 2009

Mi única Familia




El jueves 26 de Noviembre en la Sociedad Italiana de Belgrano, se transmitió Mi única familia, película que el público recibió con gran entusiasmo:
"Desopilante"
"Inteligente"
"Querría volver a verla..."
Y aún antes de su proyección, se estrenó el corto "El Hortelano" dirigida por Miguel Oscar Menassa.

martes, 24 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

La muerte del hombre


Es otra vez de noche
y en general
la casa duerme.

Una voz en la radio
dice últimas palabras.
Me entretengo con el humo
y me ocurren mil fantasías
y ninguna tiene que ver
con recostarme
tranquilamente en la cama
y dormir.

Entre tantos papeles
terminaré siendo un escritor
y fijo mi mirada en la lejanía
y dejo que la historia del hombre
irrumpa
con la violencia de su sino
mi noche.

Enciendo cigarrillos a mansalva
uno detrás de otro como si fueran
centelleantes granadas contra los opresores.

Desde hace millones de años
el hombre vive de rodillas.

Las granadas estallan en mi rostro.

Primitivas presencias
pueblan mi noche de salvajes ritos.

Ceremonias donde la muerte
siempre es una canción
sublime y misteriosa.
Bestias indomables
semejantes al hombre
por la torpeza
de sus movimientos
danzan a mi alrededor
iracundos
silvestres.

En un mal castellano
me dicen que su jefe
quiere charlar conmigo.

Sentado en mi cama escribiendo
pido que dejen de rugir tambores
que cese la danza
que me dejen escribir este poema.

El hombre tiene hambre y sed desde milenios.

Somos ese hombre hambriento y sediento poeta
cantad con nosotros:
Venimos de la Mesopotamia
y del Caribe
y buscando la perfección hemos llegado
hasta los mundos que se esconden
por encima del cielo
y no hemos encontrado nada.

Siempre hay un hombre que tiene hambre.
Siempre hay un hombre que se muere de sed.

Aquí mismo poeta
en tu casa
anidan el opresor y el oprimtdo.

Sentado sobre mi cama escribiendo
les digo a los salvajes
que ya es noche tarde
que por favor dejen de danzar
que necesito
hundirme entre las letras
mi hambre
mi única sed.

Dejaron de danzar
y el que se destacaba
por su tremenda humanidad
me fulminó con su mirada.

¿Quién es más cruel?
Poeta
¿Quién más salvaje?
El que muere peleando
por un trozo de pan
o el que no muere nunca.
Quién producirá el exterminio
poeta.
Mis armas o tus versos.

Y ahora poeta deja la pluma
echa a andar y piensa.

Sentado sobre mi cama
escribiendo
le digo al salvaje
que no quiero irme de mi pieza
y que siempre supe que pensar
no era necesario y que deseo
es la última vez que se lo digo
seguir escribiendo este poema.

Antes de continuar me detengo
en la inteligencia del salvaje:
habla bien y mientras habla
deja escapar entre las palabras
el aliento
para que todo suene vital
desgarrador.

Yo soy el hombre
grita la bestia encadenada
y tú poeta ¿eres el hombre?
Escribir para quién
dónde los amigos
y dónde los enemigos.

Dime poeta
¿tu canto
necesita del futuro
para ser?
Ese poema que escribes
contra todo
a quién le servirá.

A ver poeta un verso
que me diga ahora mismo
¿qué es el hombre?

Sentado sobre mi cama escribiendo
me doy cuenta
que la inteligencia del salvaje
terminará quemando
todos mis papeles escritos
en esa hoguera
que fueron construyendo
a mi alrededor
sus palabras.

Dejo de escribir
lo miro fijamente a los ojos
y murmuro sus propias palabras
en un solo verso un hombre
en un solo verso un hombre
y me decido a escribir ese verso.

Sostengo con mi mirada
la mirada del salvaje
y con rápidos movimientos
tomo la ametralladora
y disparo varias ráfagas
sobre el cuerpo del salvaje
que con los ojos desorbitados
por el asombro
cae
para morir y desaparecer.

Sentado sobre mi cama escribo ahora
con la seguridad
de quien ha llegado a la cima:

Un poeta asesinó su hombre
para escribir este poema
y eso
es un hombre.

Miguel O. Menassa

viernes, 20 de noviembre de 2009

jueves, 19 de noviembre de 2009

Menassa con Tom Lupo en la radio

Programa "Tarde o temprano"

Viernes, 20 de noviembre de 2009,

de 19 a 19,30hs

en Radio Nacional AM 870

http://www.radionacional.com.ar/programacion/am-870.html


Programa "El loco de la colina"

Viernes, 20 de noviembre de 2009,

de 23 a 1h

en Radio Uno FM 103.1

http://www.radiouno.com.ar/

Tel.: 52 39 96 22

Se puede llamar a las dos radios en directo.




martes, 17 de noviembre de 2009

Miguel O. Menassa en Buenos Aires


Jueves 19 de Noviembre, 19 hs.

Primer encuentro sobre

"La transmisión en Psicoanálisis"

En la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero

Mansilla 2686 PB 2, Ciudad de Buenos Aires

lunes, 16 de noviembre de 2009

El deseo en Freud y la transmisión en Psicoanálisis


Según Freud, el Deseo Inconsciente es vértice de todo diagrama posible para lo psíquico.
Toda instancia es dibujada por el deseo. Deseo que programa grandes triunfos y fracasos horribles en plena sombra.
Su habilidad es desplazarse, condensarse, hacerse humo, partirse en mil pequeños pedazos, aparecer y desaparecer permanentemente, transmutarse permanentemente para no ser hallado y en muchas ocasiones para ser del orden de lo no realizado.
¿Cómo atrapar un sentido? alguien se preguntará y ¿cómo decirle a la víctima, me pregunto yo, que la vida no tiene sentido sino aquél, sencillo de buscar lo posible?
Lo que no se puede tener aunque se encuentre.
Porque lo posible de ser hallado resume el gran descubrimiento freudiano pero no la vida del sujeto, ni siquiera su realidad, y se denomina Interpretación Psicoanalítica.

De su libro: "Freud y Lacan -hablados 2-"
Miguel O. Menassa

viernes, 13 de noviembre de 2009

Aforismos y decires


141_ ¿Viste? el antiguo y famoso mundo
era una naranja exprimida y seca.
¿Viste el final?
Los muertos que veíamos caer a nuestro lado
éramos nosotros y la sangre era nuestra.
Y el futuro que aparecía despedazado,
era nuestro futuro.
¿Viste el azul del cielo manchado de rojo carmesí?
Era nuestro pecho y la pradera bombardeada,
y los pequeños trozos macerados de carne
saltando por los aires,
eran nuestro cuerpo.¿VISTE QUE HORROR?

Miguel O. Menassa

miércoles, 11 de noviembre de 2009

martes, 10 de noviembre de 2009

Dr. Menassa en Buenos Aires

Estimados amigos:

Con motivo de la presencia del Dr. Miguel Menassa en Buenos Aires, los invitamos a participar de las diferentes actividades que se llevarán a cabo durante su estadía.

Clik aquí

lunes, 9 de noviembre de 2009

Las 2001 noches

Noche 760
Voy detrás de un imposible, para la amarga conciencia de occidente. Pero otros tiempos pueden marcar un verdadero sentido a todo lo que hago. No soy ni haragán, ni trabajador, soy extraterrestre. Amo todo lo imposible, todo lo lejano. Otros hombres tocarán la cuerda que toco y, eso, será todo el delirio.
Vivo como puedo. Todas las mañanas me sorprende durar un día más. Todas las noches, cuando llego hasta el lecho, me pregunto ¿cuántas noches más lo conseguiré? Y así vivo, en permanente derrota, en permanente escalofrío. Lleno de terror escribo mis versos. Hago mis amores lleno de terror. Después, todavía, alguien dirá que fui un genio pero vivo aterrorizado.
La mayoría de las veces pierdo y cuando gano, mil bocas hambrientas están a la espera de ese sonido.

Miguel O. Menassa

viernes, 6 de noviembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

Primer congreso internacional de Poesía y Psicoanálisis

Ser nada es una porquería frente al juego que propongo:
Diluirse en otros sin tener ninguna filosofía de la dilución. Pero, todavía, no es eso, tampoco es algo más.
No es un suspiro ni el viento que lo traza. Tal vez, la nostalgia de un suspiro que no fue trazado.
No hubo viento, pero algo se movió en el mundo.
Fue el no de lo que es. Ni vivo, ni muerto. Un abismo entre ambos. Un no tocado por la vida. Un es rajado de lado a lado por la muerte.
Pero no es exactamente así sino de sesgo, o bien, envuelto en torbellinos, donde la fuerza, la brutalidad del viento impide toda marca.
Soy ese registro imposible.
Un rayo de luz que no se registra como luz.
Un velo que se cruza definitivamente antes que ocurra nada.
Después alguien imagina lo ocurrido que nunca ocurrirá
y nadie considera verdadero ningún momento,
sino aquél que nunca ocurrió.
En plena noche ella sigue siendo mi luz
y descansar
me parece absurdo en su presencia.

Ella produce luz cuando vibra su cuerpo,
cuando su cuerpo tiembla de volcanes perdidos,
de volcanes abiertos cual pestilente herida,
escupiendo y llorando
calientes tempestades de silencio.

Abro los ojos para verla temblar
y Ella me enceguece con su luz.

Cuando su cuerpo recorre los escándalos de la noche,
cuando su cuerpo se detiene, violín interminable,
en infinitas notas imposibles,
como una música loca de silencio,
la luz, infinita luz, se enceguece a sí misma.

Al compás de los últimos moviemientos de su cuerpo
todo es gris.

Como cuando la lluvia te parte el corazón,
como cuando el invierno,
las heladas razones del odio,en tu cuerpo,
hacen fracasar todo temblor, todo sueño.

Y el gris es más que la soledad,
nás que el silencio,
como cuando las piedras se defienden de las piedras,
como cuando la noche estalla de oscuridad y sombras.

Reina la noche y, sin embargo,
Ella, todavía, es poesía.
Animal de luz, bestia del tiempo,
baila para mí, última danza.
Se contornea y salta entre la muerte y la locura,
sin brusquedad como danzando entre corales,
como danzando entre nubes ardientes de plenitud.

Su cuerpo es el amor,
es el amor que nos lleva màs lejos que la muerte.
Amor de amores, más imposible aún, que la locura.

Amor no sabe nada de la vida,
es una carne abierta a las palabras más pequeñas.

Amor no reina sobre nada,
danza sin esperar respuesta,
como si la vida fuera su compás.

Furtiva
entre la espesa niebla donde se pudre el tiempo.
Envuelta en mis palabras más hondas,
clavada o crucificada por el amor, sonríe,
abierta por una nube partida por el sol.

Yo era el inefable hombre de las cavernas,
buitre feroz en busca de carroña,
caía, con toda mi destreza,
sobre tu pequeño tiempo muerto entre la niebla
y me lo comía.

Del libro: "Psicoanálisis y Poesía (1971-1991) 20 años de la historia del Grupo Cero"
Miguel O. Menassa

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Monólogo entre la vaca y el moribundo

XI

Ella no toleraba que para amarme a mí tuviera, también, que amar mis versos, sería por eso, me imagino, que tomando mi último libro de poemas se lo metió entre las piernas y sonriendo como una hiena plena de valor, me dijo susurrando y alargando las palabras hasta casi el dolor:
-Tu poesía me la paso por el coño.
Y se quedó con la boca torcida por el esfuerzo que le había costado decirme esas palabras y se arrodilló lentamente al borde de la cama y tiró con rabia el libro que tenía entre las piernas, con algo de lujuria y mala suerte, ya que el libro fue a dar contra la lámpara de pie que habíamos comprado en Holanda y la rompió.
Hubo un estrépito y luego se hizo la oscuridad, o tal vez las dos cosas ocurrieron al mismo tiempo, yo entrecerré los ojos y tuve la fantasía que alguien podría haber disparado sobre nosotros y entonces pregunté con voz temblorosa:
-¿Amor mío, estás muerta? y ella otra vez riendo a carcajadas me dijo:
-Algún día te darán el Premio Novel, no me caben dudas, pero tu amor es triste como las vacas.

Miguel O. Menassa

lunes, 2 de noviembre de 2009

RECORDANDO A MALLARMÉ


BRISA MARINA
 
La carne es triste, ¡ay!, y todo le he leído.
¡Huir!  ¡Huir!  Presiento que en lo desconocido
de espuma y cielo, ebrios los pájaros se alejan.
Nada, ni los jardines que los ojos reflejan
sujetará este pecho, naúfrago en mar abierta
¡oh, noches!, ni en mi lámpara la claridad desierta
sobre la virgen página que esconde su blancura,
y ni la fresca esposa con el hijo en el seno.
¡He de partir al fin!  Zarpe el barco, y sereno
meza en busca de exóticos climas su arboladura.
Un hastío reseco ya de crueles anhelos
aún sueña en el último adiós de los pañuelos.
¡Quién sabe si los mástiles, tempestades buscando,
se doblarán al viento sobre el naufragio, cuando
perdidos floten sin islotes ni derroteros!...
¡ Mas oye, oh corazón, cantar los marineros! 

LLUVIA



En Lima..en Lima está lloviendo
el agua sucia de un dolor
qué mortífero. Está lloviendo
de la gotera de tu amor.

 
No te hagas la que está durmiendo,
recuerda de tu trovador;
que yo ya comprendo...comprendo
la humana ecuación de tu amor.

 
Truena en la mística dulzaina
la gema tempestuosa y zaina,
la brujería de tu "sí".

Mas, cae, cae el aguacero
al ataúd de mi sendero,
donde me ahueso para tí..


César Vallejo
(de Los Heraldos Negros)

 
 
envió Alejandra  Madormo




Windows 7: simplificá tus tareas cotidianas. Encontrá el equipo adecuado para vos.

Monólogo entre la vaca y el moribundo



XIII
-Muuuuu..., decía la vaca y yo me ponía a bailar de alegría porque me daba cuenta que la vaca en sus mugidos había conseguido vencer el mundo de las cosas.
-Muuuuu...Muuuuu...decía la vaca y yo me deshacía entre estertores de alegría porque la vaca había conquistado, por fin, su propio corazón.
Mientras yo me estremecía de alegría y la vaca mugía, sin parar al compás de los pájaros, los asesinos legalizaban su situación declarando la guerra a diestra y a siniestra.
-Muuuuuuuuuuu...Muuuuuuuuuuu...Muuuuuuuuuuu...Mugía la vaca con desesperación, pidiendo como sólo ella sabía hacerlo que volviéramos con urgencia a nuestra vida anterior, donde sin palabras éramos capaces de alcanzar toda la belleza con sólo mirarnos.
Y, ahí, fue cuando enternecido yo también dije mis cosas:
-Muuuuuuuuu...Muuuuuuuuu...
Y la vaca, haciendo como que caía en un paso de baile inigualable y sin nada que envidiarle al Oráculo de Delfos, dijo en voz alta:
-El premio nobel te lo darán sin necesidad de hablar.

Miguel O. Menassa