lunes, 16 de febrero de 2009

POEMA DE LUNES

EL SALTO MÁS ALTO

 

 

 Dar de comer el propio corazón,

tendido,  rojo,

sobre las manos del sur,

Ése es el oficio del poeta.

 

 

Salir y recorrer las calles,

cual si fuera trashumante

 

Niño fisgón de caramelo.

Hoy, no vengas a buscarme.

 

Llueve,

y cuando llueve las calles relucen de plata

y te puedes perder en un abismo de alcantarilla,

si por accidente, resbalas

por la senda de los sueños.

 

Hoy, el niño poeta

saca su lápiz de marca alemana,

y hace garabatos en gris,

sobre la alfombra.

 

No hay madre.

Sólo el cantar de las gotas

sobre le tejado de su casa en Balvanera,

y la selva virgen,

que lo separa del ayer,

en maravillosa geometría.

 

Déjarlo salir.

Hay que soltarlo

de sus  penosas ataduras.

 

Esos días,

cuando el alma pega un brinco,

y se deja parir por las mañanas,

el niño poeta dispone

albergar  en sus pulmones

Luz.

 

Como  canto de ave nocturna,

como el silbar de las ballenas en agosto.

como alud, cuando anuncia la montaña,

así, viene el poema.

 

 

Déjalo salir

como un salto-

 

Y que el tiempo

no tenga medida

entre los charcos,

y los astros digiten, a lo lejos,

amores encontrados.

 

Es el salto

más alto.

 

Un hombre

entregado a su escritura.

 

 

Alejandra Madormo

Del libro inédito

"Lagrimas de sal"

 

 

 

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