jueves, 19 de febrero de 2009

Mi angustia es mía

La angustia hace sufrir al analizando pero, paradójicamente lo tranquiliza :"Todo me da miedo, pero lo que no me da miedo no me interesa", o "Me gusta darme miedo, me tranquiliza", frases éstas que muestran el lazo que une a los neuróticos con la angustia. La solución histérica al problema de la angustia es amar la angustia, atarse a ella en cuerpo y alma hasta volverse cosa. De esta manera la conversión histérica se presenta como una fijación irresistible del neurótico a su angustia. Para romper esta dinámica, el practicante deberá romper esa atadura inaudita. Hay una triple amenaza fantasmática: el agujero de la imagen que anuncia la mutilación, la voz de la Ley que anuncia el castigo, y la perversidad de un deseo que quiere mi sufrimiento. El sujeto arriesga con estas amenazas, no sólo su falo sino el aniquilamiento de todo su ser. Lo más difícil en la labor analítica es recrear un estado de peligro dentro de la cura, suscitar la eclosión de una angustia nueva en el analizante y lograr que éste renuncie a la angustia con la que convivía desde siempre, ya que el deseo del neurótico es un deseo de angustia.


Enviado por Norma

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