UN POCO DE PSICOANÁLISIS
Esta vez se trata del obsesivo y su fantasma, al que podríamos describir así:
Un niño, preso de un deseo incestuoso hacia su madre, es embargado por la angustia, que siempre es angustia de castración, al oír la voz interdictoria del padre prohibiéndole cumplir este deseo so pena de castrarlo. La zona erógena a cuyo alrededor se organiza el fantasma obsesivo, es el oído, que vibra, sufre y goza de haber oído la voz imperiosa del padre.
Este fantasma, como todos los fantasmas a que nos referimos, es inconsciente, dado que está sometido a la presión de la represión. Recordemos que la neurosis obsesiva, es decir, el sufrimiento que experimenta de manera consciente y en sus síntomas el sujeto obsesivo, es la expresión dolorosa del combate del yo para reprimir, negar y desplazar la angustia de castración contenida en este fantasma.
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