Un pensamiento que reclame la zozobra de todo pensamiento es en verdad el primer paso en el camino de lo poético.
Así, sin pensamientos previos, la voz y la mirada pondrán en escena significantes que al ser escuchados por el coordinador generarán el sentido de la experiencia y esto es de vital importancia remarcarlo, que sin la escucha del coordinador la voz sólo produciría parloteos sin sentido y la mirada no abandonaría nunca el campo de la oscuridad.
Es decir, que las escucha del coordinador permite que voz y mirada, como funciones, constituyan sus campos respectivos abriendo dimensiones, mansiones del dicho, que darán a ver un producto sin entrar en la dialéctica de los órganos perceptuales que la hacen posible, el ojo, el oido. Serán otra cosa que lo visto y lo escuchado, pues el coordinador situado en el lugar de causa del deseo, hará entrar a cada elemento del grupo en una búsqueda donde se pondrá en juego, más allá de todo sentido, dar a oír, dar a ver.
del libro Freud y Lacan -hablados 2- de Miguel Oscar Menassa
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