Los medios para alcanzar la cura en las neurosis conciernen a la dialéctica del deseo, a la circulación de ese deseo entre el sujeto y el Otro. Por eso es que la entrada en psicoanálisis implica producir una neurosis de transferencia, una nueva neurosis donde el paciente repite sus inhibiciones, sus actitudes inadecuadas, sus rasgos de carácter patológicos. El estado del paciente no cesa con la entrada en análisis, pero su enfermedad pasa a estar bajo transferencia, es decir jugada en esa relación con su analista. El cerco que le impone su manera de gozar queda roto y el síntoma que sostiene la demanda de cura queda sustituído por la relación analítica donde incluye al analista, al que le supone un saber. Entonces el primer trabajo que se presenta ante todo nuevo tratamiento, es transformar el pedido de cura en demanda de análisis.
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