Hay varios modos de lectura. Unos son teóricos, otros son ideológicos, cinetíficos, epistemológicos, religiosos, mágicos. Hay uno que es el más común de todos que es el ingenuo y se basa en la buena fe. Es decir que cuando me pongo frente a un fenómeno y quiero ser ingenuo en su lectura estoy leyendo como los modos de los modelos ideológicos del Estado o bien, como leería el deseo de mi madre en mí. El error cometido en la buena fe es el peor error de todos porque la buena fe vetó, impidió el conocimiento de la situación. Se actuó de buena fe quiere decir, no se quiso conocer cuáles eran los procedimientos de la acción que se lleva a cabo. Por ejemplo: un psicoanalista que interpreta de buena fe es un psicoanalista que no interpreta como corresponde sino que interpreta cuando siente, cuando cree que al paciente le va a hacer un bien, cuando cree que es mejor comunicarles a los niños la vida sexual que todavía no se produjo en ellos.
Freud estaba en desacuerdo con comunicarles a los niños la programación de su vida sexual porque decía que el niño empleaba el mecanismo de negación e intelectualmente comprendía lo que le decían pero afectivamente seguía viviendo sus fases que nada tenían que ver con la explicación.
En una conversación de una madre con un niño de 4-5 años acerca de los Reyes Magos, la madre le comentó que los Reyes Magos eran los padres, a lo que el niño respondió: "Porrás. Papá y mamá no pueden bajar del cielo".
Del libro: "Freud y Lacan - hablados - 1"
Miguel Oscar Menassa
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