jueves, 29 de abril de 2010

Intelectual sin clase definible



Intelectual, sin clase definible,
abierto a las sospecha de las horas,
obrero de la nada, patrón del tiempo,
inefable poeta del amor y la muerte.

No vengo, por ventura, buscando nada.
Ni las ondas malignas de nostalgia.
Ni el corazón sangrante de un poema.
Ni el fugitivo dinero, ni personas.

Estoy aquí por los olores del viento.
Por la penetrante caricia de las olas.
Por palpitantes estrofas, por palabras.

Por palabras dispersas sobre todo el océano,
por un océano frío, abierto en mi garganta,
por esas perlas negras arrancadas del alma.

Miguel Oscar Menassa

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