martes, 3 de agosto de 2010

Material y fuente de los sueños

El capítulo termina con el análisis del sueño de examen, como último ejemplo de sueño típico.
Nuestros deseos infantiles fueron reprimidos por inmortales. ¿Y nuestros deseos de hombres y mujeres adultos?, ¿por qué la angustia?, si ya hemos aprobado muchos exámenes, y sin embargo seguimos soñando con los exámenes, como deseando y buscando aliento. Sin embargo, dice Freud, hay algo que se opone en nosotros al desarrollo de nuestra sexualidad.
El deseo sometido a la ley de los procesos primarios implica que el deseo tiene que realizarse ya, como sea, sin sustitución. Freud dice deseo reprimido, la realización de un deseo reprimido, mientras que al proceso secundario le interesa organizar, hablar, decir, esperar.

Con respecto a la llamada de atención en la palabra "esperar", tiene que ver con la diferencia que él hace entre principio de realidad y principio de placer. Qué preguntas se le hacen al profesor y qué preguntas tienen que esperar para ser llevadas al grupo operativo. La palabra "esperar" para Freud tiene que ver con una espera que el principio de realidad impone al deseo inconsciente para que éste pueda realizarse sin producir daño, que la espera no es la represión, sino que la espera, el principio de realidad, no es la represión, sino que es lo que trabaja para el deseo inconscinte, para que pueda realizarse sin producir daño.
Sería la inclusión del tiempo en el principio de placer, porque el principio de realidad no va en sentido inverso al principio de placer. La inclusión de la muerte para los seres humanos, el principio de realidad, es la inclusión de la mortalidad para los seres denominados humanos.

El que quiere matarse y no se mata es porque cree que la muerte es dolorosa, pero no es dolorosa la muerte, todo lo contrario. Se han escrito las sensaciones de los ahogados que después no se ahogaron, se recuerda como una condensación de todo lo vivido, con la sensación de placer que uno entrega, en la lucha entre dejarse llevar por el agua y morirse o nadar. Antes de empezar a nadar hay una lucha entre dejarse morir y nadar. Es una decisión.

El deseo de vivir produce la vida. Por ejemplo, nuestras madres ya hubiesen muerto sin hubiesen dejado de desear. Ese deseo inmortal que tienen los hijos por las madres, por las figuras primitivas, por los padres, hacen que vivan más años.

Cuando se suspende el deseo viene la muerte.
Sí, es muy difícil llegar a ese lugar: cuando se suspende el deseo viene la muerte. Cuando se suspende un poquito menos, viene la enfermedad.
¿Si se desea viene la felicidad...? No exactamente, viene el goce que hace que todo sea distinto, lo que parecía negro parece gris, lo que parecía gris parece blanco. La felicidad es una argucia del sistema capitalista, pero el goce es una posibilidad del trabajo humano.

Freud dice que siempre estamos presentes en el sueño, que si no nos reconocemos, en todo caso nos tenemos que ver en la persona que está sintiendo, en los sentimientos simpre se trata del soñante.

Del libro: "Freud y Lacan - Hablados - 1
Miguel Oscar Menassa

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