1186_Mientras bebía un poco de agua, llegué a pensar que la pureza del alma no da directamente pureza de estilo. Grades maricones, bondadosos crónicos, no pudieron sino eso y grandes hombres, grandes industriales, no se comieron nunca una buena rosca.
Hubo poetas que murieron apretados por sus versos, ahogados por sus palabras. Y también hubo otros poetas que fueron asesinados y otros que fueron tratados como bestias o como esclavos y hubo maricas entre nosotros, y nadie ganó nada.
De vez en cuando, aperecía una mujer, que nos insultaba y eso era vivir. ¡Oh, perfumes violentos del mar contra mis ojos!
Miguel Oscar Menassa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario