martes, 22 de diciembre de 2009

Noche 636 - Poema


Fui lo que se dice un buen fenicio en todo.
No era navegar por navegar, mi oficio,
mi oficio era tenderme entre los puertos.

Rosa perdida de perfumes rotos,
color de soledad, dejaba en cada puerto,
un infinito brote de locura.

No estoy perdido de amores sino de tedio:
ya nadie corre por lo peldaños de mi mente como tú,
ya nadie abre su fuente con alegría y deseo para mí.
Yo ya no veo tus ojos en lo profundo de mis manos.

Navegar por navegar no es mi oficio,
arrancar trozos de la nada y unirlos en conjunto,
ése es mi oficio silencioso y tenaz, como de versos,
mi oficio no se puede aprender, no sabe, es ciego.

De su libro: "Las 2001 noches"
Miguel Oscar Menassa

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