viernes, 18 de diciembre de 2009
ADIÓS, QUERIDA, ADIÓS
Me voy amor perdido, iluminado,
te dejo hundida en tus cavilaciones.
Y te regalo antes de partir, amor,
dos rosas rojas, locas y precarias.
Una para tu cuerpo enamorado
y la otra para que Ella, amor,
tenga una flor para su cuerpo.
Espantapájaros del aire, esta vez,
te crucifico a vos y lloro, amor,
me perfumo con sudor y tu sangre
y amante del amor hago de puta.
Palabras son el viento y tu silencio.
Entre las viejas dunas cristalinas,
disparo, sin precisión, al viento,
vuelos de albatros enrojecidos,
contra tu piel, amor, de piedra.
Miguel Oscar Menassa
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qué bello poema!
ResponderEliminar...adios, querido, adios...