Nadie me esperaba y los mismo he llegado.
Nadie abrirá su corazón y, sin embargo,
seré imposible viento, inexistente, mudo,
retazos de viejas esperanzas, hilo de luz.
Se cerrarán ventanas y puertas a mi paso,
caerán abatidos los mil párpados verdes,
arterias se ocluirán al paso de mi sangre,
mil bocas diáfanas y abiertas, enmudecerán.
Morirán pastos, se secarán antiguas flores.
Pequeños y grandes animales unos contra otros,
intentarán cerrar el paso iluminado de mi voz.
Yo llegaré cantando silencios y locuras, himnos,
donde todo lo oculto hablará en mis canciones,
sinfonías y huracanes de amor para los muertos.
Miguel Oscar Menasa
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Sólo te deseo dos cosas:
ResponderEliminarTodo y Nada.
Todo” lo que te haga feliz y “Nada” que te haga sufrir. ¡Feliz Año Nuevo!
Con cariño
Mari
Queridos amigos, en: http://inesdecuevas.blogspot.com
ResponderEliminarles he dejado mi mensaje de Año Nuevo.
Os quiero infinitamente.
Un buen abrazo y un beso grandote.
Inés de Cuevas.