lunes, 14 de diciembre de 2009

Credo



Abro mis ojos a plena mañana
y el sol no me enceguece.
Abro mis manos
pero nunca me quedo con las manos vacías.
Descubro mi sexo
y una legión
de hombres y mujeres
encuentran su sentido.
Abro mi corazón sin ningún cuidado
y donde un universo me odia
otro universo me ama.

Hago creer por mi manera de mirar
por el segundo botón de la camisa
que sobre mis espaldas
se puede
llegar a dar la vuelta al mundo.
Me entretiene encontrar mi sentido
en los lugares
donde yo suelo atar mi tiempo de vivir.

¿Quién podrá acusarme de haber vivido demasiado?
¿Quién se anima?
Si yo
abro mis oídos a plena mañana
para escuchar decir a los demás sabios
palabras de la muerte:
Morir es necesario
lo dicen las sagradas escrituras.
La muerte es para todos
no está previsto eximirse
y para demostrarlo
han comenzado
a dar muerte a los pájaros.

De su libro: "Yo pecador"
Miguel Oscar Menassa

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