Gérard de Nerval En viaje, una parada; del carruaje desciendo; Después, entre dos casas, al azar, me voy yendo: De las bestias, del látigo, del camino, aturdido, Fatigados los ojos y el cuerpo entumecido. Y de pronto, ahí está: tan silencioso y tan verde, Un vallecito húmedo, de lilas alegrado, Y el agua murmurante que entre álamos se pierde… ¡Y el fragor del la ruta queda pronto olvidado! Acostado en la hierba yo me escucho vivir Y del heno me embriagan el olor, los verdores, Y sin pensar en nada miro el cielo latir… Áspera, una voz grita: "¡Continuamos, señores!" Enviado por Gaby |
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Hola: Gracias por estar cerca ¿Tienes algo qué ver con Alejandra Menassa de Lucía o de Miguel Menassa? De ellos recibo diariamente ahce ya años un poema distinto, que me nutre y me gusta
ResponderEliminarUn saludo desde Colombia
Hola si, somos del Grupo Cero Buenos Aires, y Miguel Menassa es el Director del Grupo Cero Internacional, gracias por visitar nuestro blog, un abrazo
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