jueves, 7 de octubre de 2010

Transmisión en psicoanálisis

El cuerpo es ese objeto que se plantea en la historia y su propio inconsciente. Su propio inconsciente quiere su cuerpo para el placer y la historia quiere su cuerpo para el goce y la producción social. Y el cuerpo es esa oscilación entre ser un trozo de carne o ser un trozo de palabra, pero no puede dejar de ser un pedazo, un trozo, no hay completud para el ser humano, no hay verdad totalizadora.
Hay un final, por más divertido que sea el asunto hay un final. Primero eres chico, después eres un poquito más grande, después otro poquito más, después eres abuelo y después te mueres. Lo puedes hacer sonrientemente o tristemente, pero hay un límite, hay un final.
Hay Otro. Por eso es que hay que aprender a amar, es importante aprender a amar porque si no aprendés a amar no hay intención de hacer las cosas, como igual vamos a separarnos, como igual vamos a morir. Pero como amar es dar lo que no se tiene a quien no es, entonces hay que aprender a amar, hay que poder hacer algo por quien nunca me va a agradecer, porque no lo conozco.
Sentir esa grandeza, que somos millones y millones desde siglos y no ese cuerpo que no sabemos qué soportaría si no estuviera atado a esa cadena, aunque los caballos tienen un cuerpo más grande que yo y viven veinte, vientidós años, pero a los veintitrés años ya no pueden saltar y gracias a que este pequeño cuerpo está atado a esa gran cadena, tiene este poder.

Miguel Oscar Menassa

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