Nada del corazón que ya no tengo
ni nada de la cabeza que ya se fue.
Nada de grandes guerras que no terminan
y nada de amor, amada, hoy toca vivir.
Hoy, toca el canto, sin apuestos cantores
El baile sin pareja, la música sin fondo
hoy toca que te toque alguna fibra inexplicable
ese nudo imposible que no se puede hacer.
No el tejido del alba, ya conocido
ni la sencilla roca partiéndose de amor.
No viene no, la muerte, ni la peste, ni el hambre.
Ni la extrema lujuria del opaco silencio
hoy viene amada, en el poema, un aire
un viento, estremecido, de vida sin dolor.
Miguel Oscar Menassa
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