Noche 695- Psicoanálisis y Poesía.
Iniciar algo también es morir. Y si no se han hecho las cosas a fondo, podrá más la sangre que la palabra.
Sólo en el paroxismo de su ser humano, un hombre es palabra. El resto del tiempo: carne, excrementos, grandes pasiones de antiguo nivel. Hundido en esa pocilga el "hombre" puede morir de cualquier cosa, hasta de rabia.
Para que la palabra transforme algo en alguien, debe acontecer engarzada en las más altas pasiones posibles para el hombre: el amor, la creacón.
Miguel Oscar Menassa
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