miércoles, 27 de mayo de 2009

El uso de la lengua

Flavia no era una mujer de la cual se podía decir que era tímida o inhibida. No lo era ni con sus empleados, ni con los clientes, ni con los proveedores. Y tampoco con su novio. Más de una vez en el negocio, cuando él iba de visita, se la escuchó diciéndole en voz alta:

-Ché Luis, nos seas culo de plomo y ayudá un poco.

Además, tal vez por leer desde chica, manejaba un buen repertorio de palabras. Sin embargo, había un lugar, una escena, en donde el silencio y la represión la dominaban.El lugar era la cama y la escena merece ser descripta sin ahorros.

Todos los martes y sábados, Luis llegaba al departamento de Flavia y reiniciaban casi calcado un rito. Unos tragos, bossa nova y a la cama. Todos los sábados y martes Luis se zambullía entre las, hay que decirlo, hermosas piernas de Flavia, ya desnuda, y la besaba delicadamente. Como debe hacerse en la comarca clitoreana. Pero lo hacía muy rápido y no en el punto más erógeno de ella. Todas las veces Flavia estaba a punto de pedirle: "Amorcito, por favor, un poco más lento y más a la izquierda". Pero sentía que se le trababa la lengua. No había caso.

5.000 años de educación podían más que su impulso? Mezcla de vergüenza y temor de parecer una loca, una calentona? O eso de dar indicaciones a un hombre...con lo inseguros que son? Parecía increíble que no pudiera pedírselo siendo tan importante para ella,  porque siempre se quedaba pagando, siempre con ganas y lejos del llamado orgasmo. Porque además cuando Luis se la metía, al ratito nomás, duraba también otro ratito nomás.

Flavia decidió analizarse. Y le contó y le contó al analista con lujo de detalles. El analista era lacaniano, así que no le dijo nada. Pero tal vez haberlo hablado en esa puesta que incluía el diván, o el silencio que escuchó,  produjo sus efectos, porque un martes tomó otra decisión, iba a intentar decirle algo. Finalmente lo dejó para el sábado. Dicho y hecho. En plena perfomance, mientras él batía su lengua como siempre, demasiado rápido, ella, poniéndole una mano cariñosa sobre su cabeza, le musitó: -Cosita...qué lindo...y ahora por favor probá un poco más lento y un poquito más hacia la izquierda. El parece que escuchó, porque empezó a hacerlo un poco más lento, pero como suele sucederle a los que no piensan mucho en el deseo del otro, o sea, los que no piensan en el otro, entendió mal, pensó en su propia izquierda, que justo viene a ser la derecha de ella. Así que la cosa empeoró, porque se alejó aun más del epicentro de la cuestión. Y justo en el momento en que ella tomó coraje  y estaba por solicitar la corrección del rumbo, el dejó de hacerlo, se le trepó, la introdujo y eyaculó a los 50 segundos más o menos, gimiendo notoriamente y ella se coló un poco en los sonidos de él para simular una vez más un orgasmo y esconder una amarga bronca.

(Uno se podría preguntar a esta altura de la situación, qué hacía ella con un tipo así. Pero es que ella lo quería y sobre la lógica de esas cosas no se ha recibido ningún doctor).

Volviendo, diremos que ese sábado pasó algo en Flavia., porque esta vez ella había logrado saltear un escollo grande y no le sirvió para nada. Si Sherlock hubiera observado esta escena en la que ella quedó más frustrada que otras veces, hubiera anotado en su libreta que algo muy sutil cambió en la expresión de Flavia.

-Y qué significado tenía ese cambio?

-Elemental, Watson. Es una mujer. No lo sé.

El martes se reprodujo la consabida rutina, con un solo cambio del cual la única testigo fue Flavia. Porque esta vez repitió muchas veces, pero mentalmente, la frase "más lento y más a la izquierda".

(Con alguna fe en los poderes de la telepatía?)

Detengámonos un instante. No deja de llamar la atención esta extraña dificultad de Flavia. Pensar que ese mismo día, un rato antes, había subido a un taxi  y dijo en perfecta y audible forma la dirección a la cual quería ir. Y sin embargo, en una escena para ella infinitamente más importante, no podía utilizar ese dispositivo que manejaba con tanta facilidad, que tenía tan a mano, la lengua, para simplemente explicar que dirección quería que tomase la otra lengua.

Sigamos. El sábado siguiente , sí que se alteró la rutina. Mientras Luis se acababa de tirar una vez más entre las piernas de Flavia para reiterar una vez más su error, en esa zona que el poeta nombrara como una "rosa de fuego humedecido", se escuchó un ruido y apareció abruptamente en la habitación un robusto pelirrojo, lleno de pecas rosadas y una cicratiz notoria en su mejilla derecha, que los apuntaba con tremendo revólver.

Luis y Flavia, evidenciando pánico balbucearon:

-Quéesestoquéhaceaquíquéquiereque..

-¡Silencio carajo!-les ordenó secamente el pelirrojo mientras los encañonaba. Los dos le obedecieron en el acto.

-Vos traeme toda la guita que tengas –le dijo a Luis-incluída la de pantalón y billetera y vos-se dirigió a Luisa-toda la guita que tengas y las joyas, sin dudar. No me oculten nada porque después reviso y si encuentro algo los frío a  los dos.

Cumplida la orden, el pelirrojo  metió la guita en el bolsillo derecho de su pantalón y las joyas en una bolsita azul de tela que guardó en el bolsillo izquierdo del saco. Pareció que se iba, cuando de ponto lo mira a Luis:

-Ponete sobre ella, como cuando llegué. Tengo un antojo.

Mientras decía eso, cambió la pistola a su mano izquierda y con la derecha se desabrochó la bragueta, por ahí metió su mano y se apoyó contra una pared, en actitud de masturbación inminente.

-Lo que quiero y no me hagan repetirlo, es que mientras vos se la chupás, quiero escucharla a ella. Así que vos-le dijo a Flavia-pedile lo que querés, pero en voz alta, eh?, como para que yo escuche.

Entonces Flavia, como si al pelirrojo se lo hubiera mandado Dios, o su competencia, aprovechó y pidió claramente esta vez, con todos los detalles, cómo quería que Luis operara en el terreno.

Cuando Flavia, como se dice vulgarmente, acabó, su grito hizo levantar el rostro de la portera cuatro pisos más abajo, y los perros de la manzana, se hicieron oír.

A los dos días de esto, un lunes, Flavia estaba tomando un café en el reservado de un bar de San Telmo, cuando de pronto cruza la puerta de entrada el pelirrojo, mira, la encuentra a Flavia, se acerca a su mesa y se sienta. De un bolsillo saca la bolsita azul, con las joyas, el dinero y un juego de llaves. Flavia guarda todo en su cartera, saca un sobre y se lo entrega.

-Va con propina-le dijo con la cabeza medio gacha, tal vez porque estaba frente a un testigo de semejante intimidad. Una extraña pregunta la cruzó, hubiera querido saber si el pelirrojo se masturbó en serio, pero dejó quieta su lengua.

 

Enviado por Tom Lupo.

 

SUEÑOS DE LA PRISION

Duerme sultana
lento caminan
los corazones
que no tiemblan.
 
Nada esperan.
 
(del libro de Lucía Serrano "Sueños de la Prisión"-Primer Premio de Poesía-
Asociación Pablo Menassa de Lucía - Tercera Convocatoria, 2001)


Tus elecciones hablan por vos. ¡Conocé quién sos realmente!

Take this waltz. Leonard Cohen

Pequeño Vals Vienés

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Federico García Lorca

Enviado por Yanina.

Del libro aforismos y decires (1958-2008)

17_ Boxeando, aprendí que no hay golpes duros, a menos que un golpe te ponga fuera de combate.

709_ La conciencia, en su ilusión de verse, encuentra su fundamento, como toda mujer, en la estructura invertida de la mirada.

959_ Cuando deje de preocuparme por lo que a mí me corresponde, por fin, escribiré un poema.

1109_ Hazlo todo como si fuera verdad.

1342_ Huye de sí y lo sabe, no tiene escapatoria.

1377_ Esta vez no reventaré nada. No haré ningún ruido ensordecedor; esta vez, vendré sobre las letras, tenue y feroz como el aliento entrecortado de una virgen.

1382_ Lo que la gente dice en psicoanálisis no debe ser tenido en cuenta como discurso social, son significantes.

1383_ Salto sobre los ojos de la muerte y se los arranco.

1408_Agradezco a todos mis muertos, pues cada uno, en su morir, algo me dio para seguir viviendo. Agradezco a mis padres vivos, porque sin libros mi vida no podría ser. Agradezco al Grupo Cero por haberme hecho conocer la historia de la humanidad.

Miguel Oscar Menassa.

 

jueves, 21 de mayo de 2009

Invitación a las 2001 noches

poema

ALGO VIVE ENTRE PALABRAS
 
Me rumorea el tiempo desaparecido
y su canto es una voz sensible, conocida,
instantes donde todo se hunde,
se pierde, se disuelve en silencios.
Es un dolor agónico, distraído,
abertura de un alma encendida,
microcosmos traicionando la medida.
Una mujer fuera del espejo,
iluminada por una mirada altiva, mira.
Destellos de una pasión,
anquilosada de libertad,
perdida entre pieles.
Sufrimiento etéril,
velo interior que oculta los excesos.
Un corazón esclavo, no despierta al cielo y a la tierra.
Imagino momentos, y escribo dimensiones temporales.
Gracias del alma. Restos de la luz.
Más allá del cielo, más allá de las tierras,
más allá de las aguas, más allá de los fuegos.
Una prisión donde duermen secretos
pertenecientes a la orden del rey.
En esa cárcel, vivimos sin elección.
Remanso de un éxtasis desconocido, atemporal.
Sospechamos de todos los sentidos.
Quedó nada,
eso que vive entre palabras mudas.

(del libro de Lucía Serrano "Blues para la corona")
Un designio calculado,
esperando su pronunciación.
Habla, en el idioma de la voz.
 
(del libro de Lucía Serrano "Blues para la Corona")


Tus elecciones hablan por vos. ¡Conocé quién sos realmente!

1964

 



I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
 
Jorge Luis Borges
 
Enviado por Marcela villavella

martes, 19 de mayo de 2009

Enviado por Gaby Melluso

 

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios

MARIO BENEDETTI




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lunes, 18 de mayo de 2009

ADIOS MARIO BENEDETTI

NO TE SALVES
Mario Benedetti

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

(enviado por Lucía Serrano)

HOMENAJE A MARIO BENEDETTI

CORAZÓN CORAZA

Porque te tengo y no
porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor
porque has venido ha recoger tu Imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti



Enviado por Alejandra Madormo





POEMA DE ALFONSINA

Un Sol

Mi corazón es como un dios sin lengua

Mudo se está a la espera del milagro.

He amado mucho, todo amor fue magro,

Que todo amor lo conocí con mengua.

He amado hasta llorar, hasta morirme,

Ame hasta odiar, amé hasta la locura,

Pero yo espero algún amor-natura

Capaz de renovarme y redimirme.

Amor que fructifique mi desierto

Y me haga brotar ramas sensitivas;

Soy una selva de raíces vivas,

Sólo el follaje suele estarse muerto.

¿En donde esta quien mi deseo alienta?

¿Me empobreció a sus ojos el ramaje?

Vulgar estorbo, pálido follaje

Distinto al tronco fiel que lo alimenta.

¿En donde el espíritu sombrío

De cuya opacidad brote la llama?

Ah, si mis mundos con su amor inflama

Yo seré incontenible como un río.

¿En dónde está el que con su amor me envuelva?

Ha de traer su gran verdad sabida…

Hielo más hielo recogí en la vida:

Yo necesito un sol que me disuelva.

Alfonsina Storni.

(1892-1938)

Enviado por Alejandra Madormo






jueves, 14 de mayo de 2009

¿Dónde estará el amor?

El amor, el amor, dónde estará el amor.

Cuantas veces dibujé la esquina, donde nunca llegaste.

Y te busqué también por los salones

y fui ladrón, para buscarte entre las sombras de la noche.

Y hubiese sido capaz de matar, si alguien me hubiera dicho,

que con ese gesto, te encontraba.

Fui solo y fui muchos.

Todos los cuerpos fueron investigados palmo a palmo.

Todas las máscaras fueron arrasadas,

para buscarte en el propio centro de la verdad,

y tampoco estabas.

Te busqué entre los pobres,

entre las espesas capas del dolor,

entre sucios alcoholes y mis entrañas,

en el propio asco de la vida.

Después, no te busqué más, encontré otras palabras

                       

                             del "Oficio de morir" de Miguel Oscar Menassa

Sabías que volvía

viernes, 8 de mayo de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

María


Catulo Castillo

Acaso te llamaras solamente María,

No sé si eras el eco de una vieja canción,

pero hace mucho, mucho, fuiste hondamente mía

sobre un paisaje triste, desmayado de amor.

El otoño te trajo, mojando de agonía,

tu sombrerito pobre y el tapado marrón.

Eras como la calle de la melancolía

que llovía...llovía sobre mi corazón...

¡María!

En las sombras de mi pieza

es tu paso el que regresa.

¡María!

Y es tu voz, pequeña y triste,

la del día que dijiste:

"Ya no hay nada entre los dos..."

¡María!

¡La más mía, la Lejana,

si volviera otra mañana

por las calles del adiós!

Tus ojos eran puertos que guardaban ausentes

tu horizonte de sueños y un silencio de flor,

pero tus manos buenas regresaban presentes,

para curar mi fiebre, desteñida de amor...

Un Otoño te fuiste, tu nombre era María,

y nunca supe nada de tu rumbo infeliz,

si eras como el paisaje de la melancolía,

que llovía, llovía, sobre la calle gris.


Más vale escribir sobre la depresión que deprimirse

Cuando un ser querido muere, hay una afectación que denominamos duelo, y el duelo es un período necesario para que el yo se desligue del objeto perdido y encuentre otros objetos en la realidad.

La melancolía sería un estado parecido al duelo en el sentido de que la realidad pierde interés para el sujeto. Pero hay dos variantes, la primera es que no es necesario la pérdida de un ser querido para entrar en melancolía, basta la pérdida de un ideal, un cambio brusco de situación y otras pérdidas materiales. La segunda variante sería que además de llevar más tiempo que el duelo, también hay algo que no aparecen en él y que son los autorreproches que el melancólico lanza contra él mismo.

No se deprime el que quiere, es una posición inconsciente, pero salir de la depresión es una decisión.

La escritura es una posibilidad, ya que escribir es un acto de amor, en el sentido de que el escritor cuando escribe deja de ser, para entregarse a la escritura. Tiene que ponerse a trabajar, tiene que transformar las lágrimas en escritura, y allí vuelven a juntarse amor y trabajo. Él escribe de lo que no sabe para quien no conoce, es decir realiza una verdadera entrega amorosa.