lunes, 5 de diciembre de 2011


Sólo amaré al que lo entregue todo y no me importa que me lo entregue a mí. Ese es todo mi misterio.
Todo es arrancar, entregarse. No estar preocupados por los resultados. Simplemente arrancar, dejarse llevar por el viento más poderosos que nos quiera llevar, sin pensar en lo que dejaremos en el camino.
Hemos llegado todo lo lejos que se puede llegar. Ahora debemos dejarnos legislar, por las leyes que se establecieron mientras caminábamos.
Yo no tengo que hacer nada. Eso es un Director de una Escuela de Psicoanálisis. Nada, dejar que ocurran las cosas tal cual tienen que ocurrir. (No se trata de niños, se trata de candidatos al psicoanálisis).

Miguel Oscar Menassa

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