martes, 31 de marzo de 2009

UN POEMA DE CARILDA OLIVER LABRA

AMOR ¿CÓMO ES QUE VIENES?
 
Amor, ¿cómo es que vienes
a darle al pensamiento tu estocada
si estoy entre las sienes
-débil mujer a golpes decorada-
y apenas tengo trato con la aurora
por no mirar la luz que eres ahora?
 
Amor, ¿cómo es que usas
el mismo corazón en que naufrago
y arrimas tus confusas
palabras al silencio este tan vago
y en brote que es de gloria me anajenas
mientras ardiendo estoy entre las penas?
 
Amor, ¿cómo es que tocas
el mundo donde salgo desmentida,
y vuelves y provocas
de nuevo los dolores de tu huida
si a tiempo de morirme tanto y tanto
te yergues sin cadáver en mi canto?

EL DOLOR Y EL AMOR

La ruptura de un vínculo amoroso provoca un estado de shock semejante al inducido por una violenta agresión física; la homeostasis del sistema psiquico queda rota, y el principio de placer abolido. Conmocionado el yo consigue autopercibir su propio trastorno, es decir, detectar en su seno el enloquecimiento de sus tensiones pulsionales desencadenadas por la ruptura. La percepción de ese caos se traduce en la conciencia como el sentimiento de un atroz dolor interior. De esta manera el dolor es el afecto que expresa en la conciencia la percepción por parte del yo del estado de shock, del estado de conmoción pulsional provocada por la ruptura, no de la barrera periférica del yo, como en el caso del dolor corporal, sino por la ruptura súbita del lazo que nos vincula con el otro elegido.
"El amado me protege contra el dolor tanto como su ser palpita en sincronía con los latidos de mis sentidos. Pero basta con que desaparezca bruscamente o con que me retire su amor para que yo sufra como nunca."
 
Enviado por Norma.

lunes, 30 de marzo de 2009

LEYENDO A LEON FELIPE


Óleo sobre lienzo "No debemos"
Miguel Oscar Menassa

BALBUCEOS
Sé muy pocas cosas...
No he leído los libros cabalísticos...
Mi cerebro es muy corto...
No entiendo nada. Soy viejo
y todo me parece un gran enigma.
La filosofía y las profundas especulaciones me paralizan
y me aturden. Físicamente me destruyen.
Hay muchas puertas por las que no he podido entrar...
¡Cuántas veces me he quedado llorando a la puerta
cerrada de Dios!
Sólo una vez, por el resquicio de mi llanto, he vislumbrado
no sé que lucecillas... y me he dado a soñar.
Luego me he puesto a escribir.
Así han salido mis versos... desgarrándome, con ansiedad
y con dolor...
Nada son, sin embargo, bien lo sé... Balbuceos...
lenguaje infantil y primario...
¿Cuándo comenzaré a hablar?...
¿Cuántos siglos tendrán que transcurrir todavía
para que pueda pronunciar las palabras esenciales
cargadas de conocimiento, de amor, de Luz...?

TRATAMIENTO Y DIAGNÓSTICO EN PSICOANÁLISIS

 
Hubo una época en la historia de la medicina donde si el paciente no podía ser diagnosticado, si no estaba descrita su enfermedad, no era considerad enfermo. Después pasamos a otro momento histórico donde el ojo clínico del médico va más allá de la analítica, más allá de la mirada de la medicina. Pero en ambas, de lo que se trata es del diagnóstico, en ambas el objeto del deseo del médico y del paciente es el diagnóstico de la enfermedad, que por el hecho de que cualquier representación calma la angustia, tranquilizaba tanto al médico como al paciente. Así, el diagnóstico, transforma un estado indefinido en una afirmación. En medicina, teoría, método y técnica se suceden, por eso que el diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento son tres momentos diferentes, que pueden variar dependiendo del tipo de enfermedad.
En psicoanálisis ya no se trata de diagnosticar en tanto el anudamiento de teoría, método y técnica, permite que diagnóstico y tratamiento sean una misma cosa, por eso decimos que el diagnóstico en psicoanálisis es a posteriori, en tanto tratar es diagnosticar. Algunos autores llegan a decir que la enfermedad se termina de constituir en el análisis, pero en realidad lo que se termina de constituir es el sujeto para el cual dejarán de ser necesarios los síntomas, pues si la metáfora paterna funciona en él, si hay padre simbólico, no necesitará por ejemplo que la fobia, ocupe ese lugar.
Hay un sujeto que sólo se constituye en una experiencia analítica. Hay un sujeto del deseo inconsciente que sólo acontece cuando el sujeto habla sin saber, cuando acepta que hay un saber que no radica en un conocimiento sino en el hecho de ser un sujeto hablante, un sujeto deseante, es decir, cuando se encomienda a la deriva del lenguaje. 
 
del Libro Deseo de Nada-Fobia y Fetiche-
de Miguel Oscar Menassa y Amelia Diez Cuesta

viernes, 27 de marzo de 2009

Yo antes de conocerlo... Menassa lee a Menassa, La mujer y yo.

Macedonio Fernández y el amor

               
                    CREÍA YO
 
 
No a todo alcanza Amor pued que no puede
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte logra
sin en corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco Muerte logra, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.
 

El amor en psicoanálisis o el amor sin barreras

El Romanticismo alemán no podía dejar de tener su influencia  y había que rendirle el culto necesario que la vanguardia venía pidiendo a través del surrealismo transformador. Contemporáneos franceses insistían en un automatismo que para la filosofía alemana no alcanzaba y que despejaría Nietzche con la voluntad de poder y con una potencia de vida que insistía y se termina de definir en Freud en quien la consistencia del automatismo en la escritura le hacía falta, o agua, a su pensamiento que derrotaba nuevamente al Positivismo francés, cuando los vasos comunicantes de Bretón no llegan a explicar lo que de corte en el tiempo introducía subvirtiendo toda teoría de la época cuándo el más allá del relato del sueño imponía un deseo, que sin objeto, transformaba la certeza del decir en el mal dicho, el equivoco que transformaría el nacimiento de Eros en el advenimiento de Afrodita, surgida de las aguas para dar cuenta de lo que emerge, virtualidad actual con destino trazado, palabras. La fuerza se desplaza, no es el flechazo de Eros condicionando siempre la dirección casi puntual de un blanco, sino una emergencia desopilante, sin sentido, sin dirección pero direccionable, por un Otro que puede a través de la interpretación darle un sentido que hasta ahora era sólo ausencia.

 
Del libro "Los miedos del amor" de Norma Menassa

jueves, 26 de marzo de 2009

EL VERDADERO VIAJE

UN POEMA DE RAÚL GUSTAVO AGUIRRE

 
     Ya no te guardaré
 
 
Ya no te guardaré, se deshizo la música
donde me pareció que estabas.
Eran cristales rotos, o arena, no sé bien:
yo pisé y comprendí.
 
Comprendí con asombro que el tiempo se estiraba
desesperado y sin sentido
y que yo no era nadie
excepto el que te amó.
 
Eran cristales rotos, piedras o desventuras,
eran cuerpos enormes o cenizas, no sé.
Yo pisé y comprendí.

AL PSICOTICO NO LE FALTA, LE SOBRA.

No hay crueldad mas cruel que la locura. Ni hay bondad ni amor que puedan contenerla. Es, sencillamente la palabra, la que tocada por el lazo establecido quitará al psicótico lo que le sobra.
Ya que es precisamente por no faltarle nada, que lo único que se significa en él, es el deseo de una madre totipotente y sin fallas, ya que es él, precisamente, el colgajo que la completa.
En el psicótico el Otro no está fuera del cuerpo de su madre, él mismo no está fuera del cuerpo de la madre. En el psicótico hay algo único, completo, inmortal. Es esa unidad, ese paraíso casi sin voz, lo que el psicótico defiende con uñas y dientes y no ha de ser tarea fácil arrancar al psicótico del cuerpo de su madre, porque eso significa, exactamente, arrancar al sujeto de los brazos de la especie y herirlo de tal manera, que por esa herida abierta al inconsciente, será sexuado y morirá.
No se trata de la forclusión (rechazo) del tres edípico, que hasta los animales tienen de eso representación, sino de la condición de mortal del ser humano. Aquel vacío que introduce en el sujeto el cuarto como muerte. Esa rajadura que anuncia que todo ha de terminar algún día, eso es lo que el sujeto forcluye. No al Otro, porque del lenguaje se sigue tratando, sino a la metáfora que al sustituir el deseo de la madre por el nombre del padre o bien, la inmortalidad por el goce, desprende al sujeto psíquico de la especie y lo mata. 
 
Miguel O. Menassa - Psicoanálisis y Psicosis- Actas 1988

miércoles, 25 de marzo de 2009

POEMA DE JACQUES PREVERT

CANCION DEL CARCELERO
 
Adónde vas buen carcelero
con esa llave manchada de sangre
Voy a liberar a la mujer que amo
     si acaso aún fuera tiempo
       Y a la que yo encarcelé
         tierna y cruelmente
en lo más secreto de mis deseos
en lo más profundo de mis tormentos
    en las mentiras del porvenir
   en las tonterías de los juramentos
           Quiero liberarla
          quiero que sea libre
          hasta para olvidarme
          hasta para marcharse
          hasta para volver
           y amarme todavía
            o amar a otro
           si otro le gusta
        Y si yo quedo solo
               y ella parte
      Guardaré solamente
        guardaré siempre
 en el hueco de mis dos manos
         hasta el fin de los días
la dulzura de sus pechos modelados por el amor.
 
"Palabras" (1961)
 
 
Enviado por Alejandra Madormo


Lic. Alejandra  Madormo




¿Sabías que el mejor amigo de Hotmail es Messenger? ¡Conocé las razones!

lunes, 23 de marzo de 2009

Poesia "Los desgraciados" de César Vallejo

UN POEMA DE OLIVERIO GIRONDO

 
VUELO SIN ORILLAS
 
 
Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.
 
Abajo: en la penunbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas,
los rumores cansados;
pero seguí volando,
desesperadamente.
 
Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestables riveras;
pero seguí volando,
desesperadamente.
 
Un resplandor desnudo,
una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.
 
Todavía el destino
de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
-de sideral constancia-
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.
 
Me oprimía lo flúido,
la limpidez macisa,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando,
desesperadamente.
 
Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.
 
 
 
 

LA PRIMERA NOSTALGIA

Lacan desplegando la teoría del significante se va a remitir a un inicio, llegando por el camino regresivo hasta la investidura de la primera huella que sólo puede ser traducida por un grito, también una anterioridad de la palabra. Este grito o llamado instala la demanda sobre el otro que se siente llamado a realizar el acto que el sujeto, en su primera indefensión no puede realizar, y es aquí que el acto reflejo de la descarga motriz se transforma en el inicio de la subjetividad. El grito llamando al semejante, dejará en ambos una marca imborrable y transformará la memoria de la huella, en la rememoración alucinatoria que deja de lado el organismo que busca la homeostasis, para instalar una nueva dimensión, la del placer que luego se transformará en placer de desear, olvidando el camino de la satisfacción de la necesidad, y estableciendo la discordancia primera entrae lo biológico y lo psiquico.
La pérdoda de la satisfacción de la necesidad, de aquella primera experiencia de sastisfacción, que de ahora en más será perdida y nunca reencontrada, instala la nostalgia de un primer encuentro perdido pero inolvidable, e instala el tiempo de la repetición en esa búsqueda, la de una percepción imposible que la alucinación tratará de reeemplazar peo que no alcanza.

jueves, 19 de marzo de 2009

Leyendo a Octavio Paz

UN DESPERTAR

Dentro de un sueño estaba emparedado.
Sus muros no tenían consistencia
ni peso: su vacío era su peso.
Los muros eran horas y las horas
fija y acumulada pesadumbre.
El tiempo de esas horas no era tiempo.


Salté por una brecha: eran las cuatro
en este mundo. El cuarto era mi cuarto
y en cada cosa estaba mi fantasma.
Yo no estaba. Miré por la ventana:
bajo la luz eléctrica ni un alma.
Reverberos en vela, nieve sucia,
casas y autos dormidos, el insomnio
de una lámpara, el roble que habla solo,
el viento y sus navajas, la escritura
de las constelaciones, ilegible.


En sí mismas las cosas se abismaban
y mis ojos de carne las veían
abrumadas de estar, realidades
desnudas de sus nombres. Mis dos ojos
eran alma en pena por el mundo.
En la calle sin nadie la presencia
pasaba sin pasar, desvanecida
en sus hechuras, fija en su mudanzas,
ya vuelta casas, robles, nieve, tiempo.
Vida y muerte fluian confundidas.


Mirar deshabitado, la presencia
con los ojos de nadie me miraba:
haz de reflejos sobre precipicios.
Miré hacia adentro: el cuarto era mi cuarto
y yo no estaba. Al ser nada le falta
-siempre lleno de sí, jamás el mismo-
aunque nosotros ya no estemos...Fuera,
todavía indecisas, claridades:
el alba entre confusas azoteas.
Ya las costelaciones se borraban.

Tiempo del Inconsciente

En la primera concepción del aparato psíquico, ya da a entender Freud la existencia de una huella de lo trágico que no se resuelve desde el punto de vista estético o psicológico, sino desde el concepto de una temporalidad diferente que habla de un presente donde las cosas pasan, un presente que es en el ir y el venir, en el punto medio de lo que se va y de lo que llega. Define así un aparato donde algo de la percepción llega modificado y algo se ausenta para siempre. La presencia en el inconsciente quedará entonces ordenada de acuerdo a dos direcciones de la ausencia. Una articulación de lo que ya no es, de lo que ya pasó, porque no es el sueño en sí, y una articulación con lo que todavía no es, el relato del sueño o su inscripción psíquica, que será sólo después de haber sido interpretada. Dos movimientos que se conectan entre sí y que dejan un espacio abierto por donde se presentará el otro, el que lee lo escrito, el que pronuncia la interpretación y que en ese acto desplaza el tiempo presente a una presencia, presencia que lo es de una producción inconsciente.

 

Enviado por Norma Menassa

miércoles, 18 de marzo de 2009

poema de Lucía Serrano

ADIOS TRISTEZA

 

Adiós

tristeza,

geografía

salvaje

a punto

de naufragar.

 

Estaban en prisión

todas las orillas.

 



Casi 50 razones para tener el nuevo Messenger. ¡Conocelas aquí y bajate el nuevo!

LEYENDO A JACOBO FIJMAN

       
              CÓPULA
 
¡Nos unió la mañana con sus risas!
 
En las rondas del sol
canciones de naranjas.
Danzas de nuestros cuerpos
desnudos - rojo y bronce.
 
El olor de la luz era sagrado:
música de horizontes,
espacios de paisajes-
rojo y bronce-
ruido de melodías,
himno de soles,
eternidad
y abismo de la dicha
en la alegría loca de los vientos.
 
Canciones de naranjos
en la piedad de los caminos.
¡Todas las aguas del silencio
rompimos en la danza!
 
Dicha de los abrazos y los besos;
toda la gloria de la vida
en nuestros pechos
jadeantes y ligeros;
nuestros cuerpos: auroras y ponientes
en la alegría loca de los vientos.
¡El corazón del mundo en nuestra boca!

LA RIQUEZA HUMANA

 
El poder colectivo tiene que ser concebido desde el poder individual, pero no como una suma, sino para volver a encontrar desde allí el fundamento del poder colectivo que rompa los límites de la individualidad y expanda los poderes del cuerpo propio en el cuerpo común de la comunidad. Por lo tanto estamos en presencia de una verdad que nos dice que el fundamento de lo individual está en lo colectivo. De esta manera es como el concepto de riqueza también se modifica y la riqueza deja de consistir en la acumulación del oro, y transforma esa consistencia en la insistencia productiva a semejanza de la producción de sujetos. Que la riqueza sea la riqueza de las relaciones sociales, nos habla de una nueva forma de riqueza, donde el valor está puesto en la formación cualitativa de los individuos que abarca nuevas capacidades, poderes de producción, de goce, producidos por el individuo en el intercambio social.
del Libro "La Realidad Simbólica" de Norma Menassa 

martes, 17 de marzo de 2009

LEYENDO A OLIVERIO GIRONDO

NOCTURNOS
         2
 
Debajo de la almohada
una mano,
mi mano,
que se agranda,
se agranda
inexorablemente,
para emerger,
de pronto,
en la más alta noche,
abandonar la cama,
traspasar las paredes,
mezclarse con las sombras,
distenderse en las callles
y recubrir los techos de las casa sonámbulas.
 
A través de mis párpados
yo contemplo sus dedos,
apacibles,
tranquilos,
de ciclópeas falanges;
los millares de rios
zigzagueantes,
resecos,
que recorren la palma desierta de esa mano,
desmesurado,
enorme,
adherida al insomnio,
a mi brazo,
a mi cuerpo
diminuto,
perdido
en medio de las sábanas;
sin explicarme cómo esa mano
es mi mano,
sin saber por qué causa se empeña en disminuirme.

EL CUERPO IMAGINADO DE LA HISTERIA

Hay tres autores en la historia de la histeria que afirman hasta qué punto los síntomas somáticos de conversión no obedecen a ninguna ley de la antomía o de la fisiología del cuerpo, sino que dependen de otra anatomía eminentemente imaginaria.
Janet, dice: "Estas anestesias histéricas, en segmentos geométricos no corresponden a regiones anatómicas inervadas por un tronco nervioso, sino a órganos enteros tal como son concebidos y delimitados por el pensamiento popular. Tienen forma de manga de chaqueta, de gigot, de puño de camisa."
Freud dice: "Sostengo que la lesión de las parálisis histéricas debe ser totalmente independiente de la anatomía del sistema nervioso, ya que la histeria se conduce en sus parálisis y otras manifestasiones como si la anatomía no existiera o como si no tuviera de ella ningún conocimiento.
La histérica toma los órganos en el sentido vulgar y popular del nombre que llevan: la pierna es la pierna hasta la inserción de la cadera, el brazo es la extremidad superior tal como se perfila bajo la ropa".
Lacan dice: No se hace una parálisis ni una anestesia según las vías y la topografía de las ramificaciones nerviosas. En la antomía nerviosa, nada corresponde en absoluto a lo que se produce en los síntomas histéricos. pues siempre se trata de una anatomía imaginaria."
El sufrimiento vivido por el histérico en un síntoma de conversión, equivale a la satisfacción de un orgasmo, y la parte del cuerpo que es asiento de la conversión toma el valor de un órgano sexual. Los síntomas se resuelven al averiguarse su singnificación psíquica. El síntoma de conversión desaparece cuando cobra un valor simbólico producido por la escucha del psicoanalista. 
 
Enviado por Norma

EL CABALLO ROJO

 
 
En el carrusel de la mentira
El caballo rojo de tu sonrisa
            Gira
Y yo estoy allí de pie plantificado
Con el triste látigo de la realidad
Y no trengo nada que decir
Tu sonrisa es tan verdadera
Como mis cuatro verdades.
 
Jacques Prevert.
Palabras
 
enviado por Alejandra Madormo

lunes, 16 de marzo de 2009

COMIENZAN "LAS 2001 NOCHES"

"Si es posible el poema es posible la vida"

                                                                  MIGUEL O. MENASSA
 
                 LAS 2001 NOCHES
                                    Ciclo Poético - Musical
 
                                        en LA FORJA
                                Café CulturalCC
                 Bacacay 2414 Ciudad Autónoma de Buenos Aires 
  
                      Coordinan los poetas y psicoanalistas:
 
                      LUCIA SERRANO y JORGE MONTIRONId
 
            Te esperamos el domingo
           22 de Marzo a las 18 hs.
     Para iniciar juntos el Ciclo 2009
  
          Presentaremos la revista de Poesía,
                    Aforismos y Frescores:
                    LAS 2001 NOCHES
 
          Dirigida por el Dr. Miguel O. Menassa con 125.001 ejemplares 
                      de distribución gratuita en Europa y América.
 
 
                 MICRÓFONO ABIERTO 
 
                           
                   INFORMES: Tel./fax: 4749-6127 y 4903-7853 
 
 
 


Hay un nuevo Messenger que tenés que conocer... ¡Mirá las novedades!

Mis llantos MENASSA lee a MENASSA

Leyendo a Menassa

El sentido general de la importancia del psicoanálisis en la vida cotidiana, nos lleva a pensar en qué moral sexual cultural vivimos y cúales son las desviaciones que se producen por no poder soportar, el hombre mismo, esa moral sexual cultural que se impuso. Nuestra cultura actual, impone una moral que permite la procreación dentro de los márgenes establecidos como legales. Frente a la imposibilidad de cumplir "humanamente" con las exigencias que imponía esa moral, el hombre masculino generó una doble moral. Esta doble moral, más allá de indicar un poder, indica fundamentalmente que el sistema social ha fracasado. Ha fracasado porque la segunda moral donde el hombre puede lo que la mujer no puede, más que el poder del hombre sobre la mujer muestra cómo el sistema social generado sobre esa moral sexual cultural de la reproducción en legalidad, se hace insoportable no solamente para el hombre, a quien se le genera una segunda moral para que puedan soportar semejantes leyes y exigencias, sino también para la mujer. 
 
de "Psicoanálisis y Vida Cotidiana" - Conferencia 1983.
 
 
Vino de tarde y me contó su vida,
con todo lujo de detalles, íntimos.

Sin esperar siquiera que yo hablara,
me contó sus amores.

Al rato bostecé y ella sin más me dijo:
¿entonces no me amas?
¿es mentira que has estado escuchándome?
¿es tan brutal la vida?

Yo terminé el bostezo
y le cogí la cara con mis manos.

Ella convulsionó sus ojos,
tembló todo su cuerpo,
abrió, sin compasión, sus labios.

Yo dejé caer mis manos al viento
y el viento devoró nuestras miradas.

Sin mirada, sin brazos,
caímos, sin esperanzas, de rodillas,
uno encima del otro
y comenzamos a llorar.

domingo, 15 de marzo de 2009

Raúl Gonzalez Tuñon

BLUES DE LOS PEQUEÑOS DESHOLLINADORES

 

¿TE ACUERDAS de los turcos vendedores

de madapolán?

¿Y de los muñecos de trapo quemados en la

 noche de San Juan?

¿Te acuerdas de los pequeños deshollinadores

y de los negros candomberos

y de mí que en las tardes de lluvia

detrás de los vidrios

miraba el paisaje caído en la zanja?

 

¿Te acuerdas del muro del día escalado, ardido,

mordido como una

fruta?

¿Te acuerdas de María Celeste?

Pues hoy María Celeste es una

prostituta.

¿Te acuerdas de la tienda fresca, violeta, rosa

y el torcido y verde farol?

Pues Juan el Broncero es hoy

un ladrón.

 

¿Te acuerdas de los pequeños deshollinadores

oscuros, oscuros?

Pues hoy los pequeños deshollinadores

son hombres maduros

que gritan en las cantinas

escupen polvo en las negras fábricas

y aguardan las yiras fugaces

en los baldíos y en las esquinas.

 

 

enviado por Marcela

 

 

viernes, 13 de marzo de 2009

Leyendo a Norma Menassa


Óleo sobre lienzo Miguel Oscar Menassa
Estoy (1998)

UNA PRUEBA DE AMOR
No bastaron la alegría y el canto que reinaba en mis palabras,
una prueba pedías de mi amor,
y al momento me sentí arrojada de vos,
expulsada al borde de la tierra
mirando un desnudo espacio sin atmósfera,
sin gravedad, una incipiente conciencia de la nada,
sin brillos estelares, sin colores, sólo el espacio
con la atracción de volver mi cabeza en cada giro frente a
esos desprendimientos de imperfectas circunstancias
que llenaron mi cabeza de mariposas ansiosas entrechocando alas.
¿Será el dolor el precio?
¿la prueba consagrada?
y bajabas el martillo con un golpe de gracia cada vez
para ser mi ejecutor amado.
Yo perdía mi perfume entre las objeciones de una moral
que me impedía pensar con la astucia necesaria para convencerte.
¿Y qué prueba?
si era lo mismo yo ó vos, cualquiera,
cualquiera de los dos, el otro
el que se queda en el lugar, el que no desaparece,
el misterioso que nos contempla cada vez
cuando los cuerpos se transforman
en extensiones con naturaleza de pradera,
en el frescor de pastos
dispuestos a recibir el rocío de cada madrugada
sin desafiar al elefante blanco con los hechos,
sin pruebas que rendir,
sólo señales, giros, notas, alguna canción desesperada,
algún rum-rum, algún te quiero tanto.
Pero pruebas no hay,
sólo el remo hundiéndose en el agua
marcando una fuerza de existir,
espejos reflejando nuestro cielo,
la ofrenda contínua de nuestros ojos
encontrándose de pronto
en el brillo de algunas horas compartidas.

ELLA SE PIERDE PARA DESEAR

El Poema de los poemas de amor, es el de la separación de la mujer con respecto a sí misma. Esta sería la apertura al segundo tiempo de la transferencia. Ahora se tratará de un paso más allá de lo supuesto, una vez establecido el polo de la pérdida donde el a como resto de una operación es un resto productivo, habrá un a separado de sí mismo que no es un resto productivo, sino que es sólo escoria, sólo desecho.

Ella dirá, en mi cama, por las noches busco "eso" que amo sin poder encontrarlo. De esta manera ella sabe que no es ninguna representación la que busca sino que el encuentro es con la falta de representación, lo que mas allá de las palabras pulsa. Algo se sublimará gracias a la separación de ella misma, de esa mujer centrada en la fantasía que la reúne como virgen y puta en la que la celebran sus hombres y sus descendientes, se dispersará y esto la expulsará de su goce inmóvil , y así separada será puesta en movimiento para que escape y no llegue a saber nunca dónde está y de esta manera no se pueda nombrar el deseo, ya que lo que persistirá será el deseo de nombrar.

Dado este paso, cuerpo y goce caerán hechos pedazos y el espacio habitado por una sonoridad, saturará y angustiará el deslizamiento metafórico. Pero no será el descuartizamiento del cuerpo, será el cuerpo imposible que más allá de la multiplicidad de los pedazos regresará, hasta el arcaismo del continente mudo para enlazarse al significante ausente. Campo del Ello desde donde la teoría nos remitirá hasta esa ausencia para que se produzca la apertura de un acto que se realiza  más allá del psicoanalista, una cadena de transmisión que lo que transmite es la posibilidad de poner en acto la realidad del inconsciente, que como realidad insostenible sólo puede ser interpretada. 

 

 

                                                                                                                                                                          Enviado por Norma

miércoles, 11 de marzo de 2009

UN POEMA DE ENRIQUE MOLINA


Óleo sobre lienzo Miguel Oscar Menassa
La máquina del tiempo (2003)


LA VIDA NATURAL
Busca con tu lengua de amazona
con tu crueldad con tu olor de mujer que pasa
paladeando en sus lágrimas su sabor de deriva y de franquicia
Busca lejos lo más próximo mío. Busca a mi lado
lo más lejano mío. Caen las estrellas
orgánicas
y busca ahora el ídolo de labios constelados
cuando con un gemido deposita en el viento
su gran bola de fuego.
Que nos libren sus uñas de estos trapos empapados por la
miseria.
Hemos luchado como perros yo y mi temperamento con su desnuda y salvaje inconsciencia. Una bestia se aferra a mi garganta como un lazo de lluvias. Y tú busca la sombría brasa de no hacer nada y de perder pie. Busca en mi rostro y tu sombra de guardiana contaminada por la tortura porque no hay estrella más preciosa que toda esta hierba de las islas convertida en deseo.
¡Y el ídolo con su roja mirada de fogonero entre el humo mojado de la locomotora y su negro calor de tribu jadeando en el andén!
¡Que nos entregue su almendra táctil al borde del mundo!
Ese tesoro de decapitaciones
su hocico suave y cálido de asno que echa su aliento en los
sentidos
todo su misterio en el enjambre de violetas y besos desplegado
por tu cuerpo entre las maravillas de la noche.

POESIA Y PSICOANALISIS

Canto americano, canto americano, no te dejaré ser más allá de mi. Serás en mi cuerpo, en mi alegría, en el saberme tuyo para siempre, canto americano, canto americano, encuentro en algún tejado de luz, la impiedad de saberme totalmente del mundo. Cuando vuelva a ser los sonidos siempre etéreos del viento, tu esbelta forma encubierta de luz, me mostrará en el funeral de las horas, la triste alegría de no haber muerto sino en otros. Porque tenemos miedo de andar a tientas. Si por delicadeza perdí mi vida, quiero ganar la tuya, yo te doy, dame la mano y vamos ya.
Atrás perdedores, viene el ganador, este siglo conocerá los halagos del triunfador, del verdadero triunfador, uno que se llevará la muerte a la boca y la morderá a traición cada mañana.
Entre las brujas harpías comadronas, esbeltas coronadas empedernidas, buscando el hombre aterrado de sí mismo, como si fuera el hombre oculto de las naves abiertas a la sinrazón de los sentidos abiertos, a los abiertos destinos de una patria inexistente, una madre vieja y un canario muerto en el siglo pasado.
Alcanzaremos sin vueltas el ritmo de la vida, nadie dudará del escalofrío que reinará sobre nosotros, con tantos cambios de humor, de sentimientos, sublime manantial del horror asesinando la ternura. El hombre no puede morir definitivamente.
 
Enviado por Miguel Oscar Menassa
 

martes, 10 de marzo de 2009

Lluvia

Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.

Unas veces cae mansamente y uno piensa en los cementerios abandonados.

Otras veces cae con furia y uno piensa en los maremotos

que se han tragado tantas espléndidas islas de extraños nombres.

De cualquier manera la lluvia es saludable y triste.

Sus tambores acunan nuestras noches y la lectura corre

a su lado por los canales del sueño.

Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban.

No habían despertado todavía al amor, no sabían nada de nosotros.

De nuestro gran secreto.

Ignoraban la intimidad de nuestros abrazos voluptuosos,

la ternura de nuestra fatiga.

Acaso los rostros amigos, las fotografías, los paisajes

que hemos visto juntos, tantos gestos que hemos entrevisto

o sospechado, los ademanes y las palabras de ellos.

Todo, todo ha desaparecido y estamos solos bajo la lluvia,

Solos en nuestro compartido, en nuestro apretado destino, en

nuestra posible muerte única, en nuestra posible resurrección.

Te quiero con toda la ternura de la lluvia.

Te quiero con toda la violencia de la lluvia.

Te quiero con todos los tambores de la lluvia.

Te quiero con todos los violines de la lluvia.

Aún tenemos fuerza para subir la callejuela empinada.

Recién estamos descubriendo los puentes y las casas, las ventanas y

las luces, los barcos y los horizontes.

Tú estás arriba, suntuosa, bíblica, pero tan humana;

Increíble, pero tan real, numerosa, pero tan mía.

Yo te veo hasta en la sombra imprecisa del sueño.

Oh, visitante.

Ya es seguro que ningún desvío nos separará.

Iguales luces señaleras nos atraen hacia la compartida vida,

hacia el destino único.

Ni en nuestra carne ni en nuestro espíritu nunca pasaremos la línea del otoño.

Porque la intensidad de nuestro amor es tan grande, tan poderosa, que no

nos daremos cuenta cuando todo haya muerto,

cuando tú y yo seamos dos sombras y todavía estemos pegados,

juntos, subiendo siempre la callejuela sin fin de una pasión irremediable.

Oh, visitante.

Estoy lleno de tu vida y de tu muerte.

Estoy tocado de tu destino.

Al extremo de que nada te pertenece sino yo.

Al extremo de que nada me pertenece sino tú.

Sin embargo yo quería hablar de la lluvia, igual, pero distinta, ya al caer

sobre los jardines, ya al deslizarse por los muros, ya al reflejar sobre el asfalto

las súbitas, las fugitivas luces rojas de los automóviles, ya al inundar

los barrios de nuestra solidaridad y de nuestra congoja, los humildes

barrios de los trabajadores.

La lluvia es bella y triste y acaso nuestro amor sea bello y triste, y acaso esa tristeza

sea una manera sutil de la alegría. Intima, recóndita alegría.

Estoy tocado de tu destino,

Oh, lluvia. Oh, generosa.

Raúl González Tuñón.

De Todos bailan (1934)


Enviado por Renata Passolini

MARIO TREJO Y UN POEMA


EL PEQUEÑO PODER
Yo ejerzo ahora este poder
imaginario
que llamo poder imaginario
y es un poder
Yo ejerzo ahora este poder de
no ir a ninguna parte
escondido en la selva
solo y cautivo
de esta libertad imaginaria
Hay cada dos o tres palabras
un silencio
que parece no conducir a nada
Floto en mi negación
y mi no
es una sílaba afirmativa
afirmante
Lástima este poder que lastima
y sirve para tan poco
que vale siempre más
en la boca de los otros
que dicen sol buen día
tengo sed
te amo
te aborrezco
Lo confieso
He perdido el convencimiento
Apenas puedo decir
me muero
me nazco
Pero nadie me cree
Vago solo
en noches que tienen que ver con
el Mediterráneo
Intento decir
buenas noches
tengo hambre
yo también tengo sed
decir la luna
decir intentaré quererte
intentaré dejarme querer
No estoy seguro de lo que digo
Sé poco
pero no entiendo nada
No sé bien qué significan estos sonidos
A veces digo café
y alguien me entiende
a veces
Bebo el café
y sigo sin entender
Las cosas no están claras para mí
He recibido esta herencia fastidiosa
Son otros
son fantasmas lo que me hacen hablar
Yo no soy más
que una máquina de transcribir
que está triste
y tiene sueño

UNA CARTA PARA VOS

 

                          Las últimas horas de la tarde fuera de casa, sin saber a qué olía la lluvia sobre mi abrigo de lana y sintiendo que el dolor era demasiado para hablar sueltamente del futuro. Nunca sabré dónde empezó el encuentro y nunca sabré dónde terminará. Esta mañana pude descubrir un gesto tuyo en el pequeño que empujaba con fuerza la puerta de tu casa, esa casona de aquél barrio que sobresalía de verdes colgantes por los que se filtraba la luz de mis presentimientos. Yo esperaba encontrarme con la certidumbre que da el haber caminado lo suficiente para llegar a este momento y ahora me doy cuenta que tengo el mismo desamparo que aquél que busca una palabra  y no la encuentra. Leí una vez más y repasé el plan que teníamos y me dí cuenta que el fantasma de la muerte de aquella a la que habías amado tanto me era insoportable y que no pensaba ensombrecerme para siempre. No es que tenga alguna moral, pero me asustará cualquier charla intrascendente que la nombre, me aterrarán los objetos de la casa que no me pertenecen,  me helaría en la hornalla prendida por sus manos, rondaría sin cesar las noches con presencias de murmullos intraducibles y olores avejentados por no pertenecer ya a nadie. Tal vez yo haya sido esa promesa necesaria para que puedas soportar esa lucha entre la vida y la muerte, pero no es necesario que sea yo quien eche piedras a su tumba, ni es necesario que te acompañe en ningún final precipitado. Voy a quedarme por un tiempo silenciosa, me apartaré de ti, porque ya no tengo ganas, y porque no sé qué misteriosos pensamientos me atacan cada tanto y convierten montañas en cenizas, y el futuro en ocres macilentos donde arrojo semillas condenadas al fracaso. Pero he llegado a mi verdad, y ella me arroja a un acto valeroso y sabe a despedida. Despegaré mi cuerpo ya que el encuentro tan solo fue entre sombras e iré tras el perfil abrillantado de la ausencia a buscarme en el tiempo de otra historia, en un lugar que me recuerde a un bosque.

                                           

                                                                                                                                                                                                                                                Enviado por Norma

                            

lunes, 9 de marzo de 2009

8 DE MARZO: DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

POEMA DE VICENTE HUIDOBRO
 
Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
 
Al irte dejas una estrella en su sitio
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
como una serpiente fiel y melancólica
y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
 
¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los sueños
 
Heme aquí pèrdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro
                                                   en la noche
Heme aquí en  una torre de frío
abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez
 
el arco de tus cejas tendido para las armas
                                           de los ojos
.....................................................
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de noche
.......................................................
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con
                           sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
 
Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
......................................................................
 
(Fragmento del Canto II. - Altazor- )
 
enviado por Alejandra Madormo
 

viernes, 6 de marzo de 2009

A medida que me acerco a los 70. LA MUJER Y YO. MENASSA y SAMALEA

Leyendo a Menassa

La poderosa muerte unida a los vocablos más sutiles.

El cruel espanto, el dolor más extremo, besados por la luz.

El verso más antiguo bordado en tus cabellos.

Entre palabras, por túneles secretos, hacia lo no sabido.

¿Dirigir una revista de psicoanálisis?

¿Psicoanalizar una revista de psicoanálisis?

¿Psicoanalizar desde una revista de psicoanálisis?

¿Transmitir el psicoanálisis?

¿Amar definitivamente la poesía?

Sólo después sabré, sólo después sabremos.

Cuando lo irremediable pregunte por sí mismo

cuando la muerte venga anudada en un punto

cuando el baile sonoro de los días detenga su mirada,

vendrán de nuestra vida los saberes y, ahí,

ya no seremos éstos, sino lo escrito.

Fragmento de Hablados 2, de Miguel Menassa.

En principio, nos aconsejamos tomar distancia de los recuerdos infantiles; conocer el amor; hablar; leer algunos libros; escribir algún verso. Y eso fue todo.

Fuerza y palabra unidas rabiosamente en cualquier dirección, parecía, al principio, que iríamos a parar a la mierda, os lo aseguro. Después, el tiempo, nos llevó de la mano, escribiendo, por el camino de la muerte. A los sobrevivientes, más allá de modos y modales, nos otorgó un sexo, una palabra. Somos esas caricias provenientes de las noches más negras. Un incalculable amor en medio del desastre.

Aprendimos rápidamente que sin mencionar a Dios es absolutamente imposible saber de quién es el tiempo. ¿A quién pertenecen las horas? Los recuerdos de las horas pasadas, la ilusión de las horas por venir. ¿A quién las horas del amor? Los vericuetos del tiempo del amor. ¿A quién pertenecen?

Espero saber acogerme sin vergüenza a mi destino: Viví entre ellos, soy un grupo, varias personas, tengo las palabras de todas las clases sociales posibles en este tiempo. Fui todas las enfermedades. Toda la peste y toda la gloria posible. Soy el más indicado para decir, para empezar a juntar lo que la dictadura, en su afán de reproducirse, ha separado.

Pretendemos una página en blanco permanente. Ese ha de ser nuestro lecho de amor y, también, nuestro campo de guerra.


Enviado por Norma

jueves, 5 de marzo de 2009

LEYENDO A FREUD

 
"Como médico es preciso, sobre todo, ser tolerante con las debilidades del enfermo y darse por contento si ha recuperado un poco de la capacidad de producir y de gozar.
La ambición pedagógica es tan inadecuada como  la terapéutica"-
 
(del libro :"Sobre Técnica Psicoanalitica")
 
LEYENDO A LACAN
 
"Lo esencial no es lo revivido por el paciente, sino la reconstrucción. Se trata menos de recordar,que de reescribir la historia.
Freud avanzaba en una investigación que no está marcada con el mismo estilo que las otras investigaciones científicas. Su campo es la verdad del sujeto."
 
( del Seminario I. Escritos Tecnicos de Freud)
 
 
enviado por Alejandra Madormo